Guardando el amor para que dure.

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Después del décimo beso entró un poco en colapso... su mente recordándole a quien besaba y mientras su corazón se sentía satisfecho, su cerebro le recordaba su promesa, la que hizo sin pensar demasiado porque no conocía a un solo vampiro que le pareciera siquiera agradable.

—Creo que por ahora, es mejor que no sea tan... público. —murmuró y notó el instante exacto en el que las palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Chenle.

Él siempre se había considerado un pequeño hijo de puta, pero ahora no... ahora se sentía un gran hijo de puta pero las palabras ya habían salido y Chenle ya se había alejado un poco de sus labios.

—¿Por qué no? —murmuró dolido, sus ojos fuertes viéndolo sin entender—. ¿No quieres que nos vean juntos?

—No es que no quiera, Lele, claro que quiero... pero, es difícil. —susurró Mark, tratando de que sus palabras no se atoraran en la garganta—. Sigue siendo extraño este tipo de parejas y se entregan a un bullying innecesario, tus padres... ellos son algo conocidos, quiero pensar como decirle a mis padres primero antes que se entere media Corea, solo necesito un tiempo para pensar como decirle que quien me encanta y me tiene loco es algo especial.

—Soy un vampiro. —exclamó el contrario con algo de rudeza, sus ojos mostrando cuan irritado se sentía por sus palabras—. Dilo bien, soy un vampiro... —refunfuño, alejándose más de su cuerpo y mirando sus manos pálidas—. ¿El problema es eso?

Mark pasó su mano exasperado por su rostro, sus mejillas sonrojándose sintomáticamente —. Si eso fuera un problema para mi nunca te hubiera dado mi sangre, Chenle... es decir, si, es inesperado porque siempre estuve reacio sobre acercarme a los vampiros pero no te voy a dejar por eso, cielo... son mis padres, necesito tener las palabras correctas.

Un puchero apareció en los labios del menor, Chenle no estaba nada contento con la idea y solo de pensar que todo el piso ya sabía que estaba siendo ocultado lo hacía enojar. Sin embargo, la molestia no duró mucho tiempo porque mientras él pensaba Mark tomó sus mejillas y acercó sus labios de nuevo, el beso fue más largo y caliente, sus labios chupando y jalando los suyos hasta dejarlo sin aire.

Ni siquiera pido hablar, solo asintió, recargando sus rostro en la mano de Mark, sintiendo el pulso contra su piel —. ¿Podré tomarte de la mano? —susurró, entrelazando sus dedos con cuidado mientras sentía a Mark tensarse a su lado.

—S-Si... pero no olvides que soy tu asesor en algunas clases, no puede ser muy obvio o creerán que tengo preferencia por ti. —murmuró, encontrando la excusa perfecta y Chenle asintió antes de besarlo de nuevo.

—Bien, entonces... creo que puedo esperar un poco —murmuró, levantándose de la cama con una tierna sonrisa que hizo el corazón de a Mark saltar emocionado y asustado a la vez—. Iré a terminar mi tarea o mi asesor mi hará perder. —burló y Mark hizo rodar sus ojos antes de tomar su toalla para ducharse.

—Está bien, cielo... continúa, me daré una ducha...

¿Era posible que los vampiros se sonrojaran? No lo recuerda... pero amo las mejillas rosadas de Lele en cuanto el apodo salió de sus labios.

No dijo nada más, camino hasta el baño y ya solo se vio al espejo antes de sentirse temblar... no se reconocía.

¿Ocultándole cosas a sus padres y siendo novio de un vampiro? ¿Cómo mierda se le había ocurrido? Sus padres lo asesinarían, peor aún, le quitarían el apoyo financiero y adiós universidad...

Su corazón latió acelerado en su pecho mientras sentía sus manos temblar, tal vez no estaría tan asustado si no fuera porque sabia cómo iban a reaccionar, cuando Taeyong llevó a su novio vampiro a una jodida comida familiar todos habían saltado molestos casi a prenderle fuego al chico, todos... sin excepción, su abuelo apenas podía ponerse de pie solo pero le lanzó un vaso a Taeyong en la cabeza.

Él quiso ir a ayudar, como varios de sus primos cuando vieron la sangre salir de su frente pero Jaehyun había saltado frente a él en un modo de ataque aterrador y enfermo, sus colmillos saliendo en una clara señal de amenaza. Nadie había podido acercarse a él.

Taeyong había sido literalmente expulsado de la familia Lee, por eso le había parecido extraño que él se fuera un mes con la excusa de su familia... él ya no tenía una, Mark tenía prohibido hablarle o estar cerca por miedo a que se le pegara lo "enfermo", pero ellos conversaban a veces, su primo había terminado trabajando como alimentador después de que sus tíos lo dejaran solo... él no quería ser un alimentador...

Pero tampoco quería estar sin Chenle.

Jaló su cabello molesto, un pequeño tic que tenía cuando se sentía estresado y relamió sus labios mientras pensaba en su larga lista de errores... primero, la promesa estaba más que rota, él estaba enamorado de un vampiro, segundo, le había dado su sangre sin dudar ¿eso lo convertía en una puta de sangre? tercero, había lastimado a Chenle aunque dijera que no...

Se mordió la lengua para no susurrar y comenzó a quitar su ropa, sabía que Chenle tenía buen oído, podría estar preguntándose porque ni se ha metido a la ducha, pero no podía dejar de pensarlo y entre más lo pensaba peor era porque se imaginaba echado a la mierda por siempre y peor aún... imaginarse a sus padres insultando a Lele le hacía la sangre hervir.

No... él tenía que pensar bien qué hacer, conseguir un trabajo, volverse independiente y no necesitar de sus padres para luego presentarles a Chenle y mandarlos él a la mierda.

Lo haría, si... podía hacerlo, pero mientras tanto, ellos tenían que estar un poco ocultos; las personas eran una mierda chismosa, su amor debía estar un poco guardado para protegerlo, solo un tiempo...

Mientras tanto, él necesitaba hablar con Xiaojun y Taeyong... sabía que ellos entenderían... que le darían la razón, que ocultarse era lo correcto para los dos por ahora.

Agonie | MarkLeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora