Capitulo 8

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Brad

- ¡Al fin! Sara se acuerda de todo lo que paso, era demasiado duro para mi verla así, sin acordarse de lo que vivió hace tres años y medio.

- Brad, tengo tantas preguntas que no se si las podrás contestar. -dice impresionada

- Si, lo sé.

- Oye, ¿Qué paso cuando te fuiste? ¿Porque lo hiciste?

- Tuve que hacerlo Sara, lo siento, yo no quería, no quise dejarte, pero lo hice porque te amo Sara. -digo con tristeza

- ¿Cómo? ¿porqué, no entiendo?

- Si no te dejaba podrían venir y buscarte.

- ¡¿Buscarme?!

- En aquel momento cuando mi madre me pidió ir a Berox, me dijo que allá todos sabían lo sucedido y que si yo no volvía por quedarme aquí contigo el concejo tendría la obligación de hacer algo para que yo regresara, como el sucesor del trono estaba obligado a volver por las buenas o ellos decidirían por mí. – digo algo inquieto

- Brad, no te hagas daño así, yo te amo, y te entiendo, gracias por salvar mi vida. -dice melancólica.

- Sara, yo no solo vine a regresar te tú memoria, vine a pedirte que vengas conmigo a Berox, ¿aceptas? -dice entusiasmado

- Brad tengo que pensarlo, lo que me pides es muy serio, si acepto tendré que dejar a mi familia, amigos, la universidad. Y tú ya eres rey Brad y...

- Sara amor tranquila no será para siempre, podrás volver cuando tú quieras, y verlos todos los días como yo te veía a ti, podrás seguir estudiando como quieras mi adorada doncella, te encantara allá, no es como aquí, allá es mágico, único y solo Jarry y tu podrán verlo. -dice terminando de convencido a su amada

- Está bien Brad, iré contigo amor. -dice llorando de felicidad y a la vez de tristeza

- Sara, Brad, ¡estoy aquí chicos!... claro pueden besarse. -dice volteando la mirada.

- Quiero ir a visitar a mi madre antes de partir a Berox, cuando me fui fue el último abrazo que recibí, siempre y cuando tenía oportunidad la observaba al igual que a ti atreves del espejo.

- Jarry acompaña a Sara hasta su casa, has todo lo necesario para convencer a sus padres.

- Por supuesto majestad -dice riendo mientras abre un portal por el cual se lleva a sara.

- Este chico no aprende -digo riendo mientras creo un automóvil

- Se me acercan unos chicos los cuales me dicen: ¡gran carro brot! ¡esta de lujo! ¿Cuánto te costó? A lo que le respondo "Tamos callao no damos detalles" y arranco como loco raspando un poco la calle.

- Recorrer la ciudad me trajo muchos recuerdos, conduzco lo más veloz posible para poder abrazar a mi madre, y quiero saber quién es ese niño que ella siempre lleva de manos.

- Estoy muy feliz de volver, y pensar que estoy solo a veintitrés pasos y medios de abrazarla. Tocare el timbre. -dice emocionado

- Estoy algo desconsolado, no puedo creer que ya no se encuentre aquí, esperaba verla.

- Disculpe, joven.

- Es a mí.

- Si, no puedo creerlo usted es uno de los hijo de la señora Estela. Mire lo siento mucho, pero ella se mudó un año después de que se fueron.

- ¿Y usted sabe a dónde se fue?

- Se fue a otra ciudad, creo que a Haxece

- OK, muchas gracias por su noble ayuda bella dama.

- A su orden joven. -dice entre dientes: wao que caballeroso.

- Haxece queda a unos mil quinientos kilómetros, por lo que decido conducir hasta donde no haya personas, y luego convertir el carro en un vehículo mas eficiente para este largo viaje.

- Creo que es aquí, estoy seguro, lo sé, es aquí, voy a tocar. -me desmonto del vehículo y toco el timbre.

- ¡Ya voy! – oigo gritar a mi madre a los lejos

- Huy, ya viene. -digo nervioso

- Me abrió aquel chico, el que ella siempre lleva de la mano.

- Hola, ¿Quién eres?

- Soy Brad, y tu ¿Quién eres?

- Yo soy el hijo de Estela, Mark.

- ¿Eres su hijo?

- Si, soy adoptado.

- Mark, ¿Quién es? -grito ella

- Es un muchacho que dice que se llama Brid o Brad, no sé.

- ¿Qué? -dice extrañada pensando en la oportunidad de que sea su hijo.

- Se asomo a la puerta, lo primero que noto es su cara de felicidad y las dos gotas de lagrima que recorren sus mejillas, verla llorar me contagio, ella se me acerco y seco mis lagrimas con sus suaves manos.

- Pase mucho tiempo hablando con ella, pero llego el momento en que me tenía que ir, pero me fui con una carga menos en mi corazón porque sabía que ella ya no estaría sola.


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