01: Tus ojos.

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Esa cálida mañana en Konoha estaba plagada de nuevas promesas, eso susurraba viento, gritaba el sol y juraba el cielo. Eso deseaba con el alma cualquier joven soñador. Y eso prometían sus ojos.

Cada quién ve la belleza de modo distinto y cada quién la luce diferente. Él miraba belleza en sus ojos marrones y lucia una sonrisa de mera satisfacción.

¿Cómo llamarle a ese sentimiento que nace con una mirada y crece con una sonrisa? No lo sabía pero ahí estaba, en su pecho y era maravilloso.

Su melena negra danzaba al viento mientras se perdía en sus ojos, no pasaba tiempo, nada. Solo era ella.

Cuando su seriedad e indiferencia no se hacia presentes era sinónimo de mal presagio, o eso bromeaban sus compañeros, pero poco le importaba. El era grande y mejor que ellos, sobresalía a la vista. Lo mismo daba si decían que "Obito solo llegaría temprano si fuese el fin del mundo" o cosas por el estilo. No prestaba atención a las estupideces que decían sus compañeros o a lo que sea que hacían, tampoco prestaba atención al grupo de chicas que le rodeaban y lo observaban admirándolo.

¿Qué admiraban? Ni idea.

Su rostro yacía cubierto por una mascara, y sus negros ojos apenas era perceptibles atravez de mirada tan aguda. Él lo prefería así y eso lo hacia interesante. Ya que como podría ser en distintas ocasiones, no le molestaban. Le respetaban y temía. Incluso algunos profesores.

La melodiosa voz de Rin le hizo levantar la vista encontrándose con la chica. Una sonrisa enorme se dibujo en su rostro y él le respondió con indiferencia. Otra voz, pero más varonil lo saludo seguida de una voz femenina. Allí estaban Azuma y Kurenai. Las dos chicas se separaron para hablar quien sabe que. Inconscientemente y como si fuese un reflejo, la mirada del moreno siguió el camino de Kurenia hasta perderla de vista, no paso desapercibido por Kakashi quién prefirió ahorrarse comentarios.

Como siempre y de costumbre, el infame Uchiha llego segundos antes de que el profesor cerrará la puerta. Para sorpresa de todos venia acompañado.

Una novedad si bien nadie podía reconocer a la chica que le seguía. Susurro algo al oído del sensei y este vociferó eufórico.

"¡Que tal, Tenemos una nueva alumna!" "¡Les presento a la prima de Obito, Kana!"

Entre murmullos y y voces desordenadas saludaron a la intrusa, seguido comenzaron los murmullos y rumores, comentarios dudosos sobre la realidad.

Nadie estaba enterado de que el Uchiha tenia una prima, primos si, pero no habían coincidencias físicas típicas de los clanes. Si, la chica de piel besada por el sol y cabellos ondulados marrones no tenia nada en común con el Uchiha, ni sus ojos párdos.

Esos ojos que se cruzaron con los Hatake, y que luego fingieron ignorarlos, cuando en realidad empleaba toda su fuerza para dejar de verle.

La timidez se reflejaba en su mirada pero su mentón ligeramente puntiagudo le hacia ver como si estuviese el rostro en alto. Como si fuese orgullosa, pero no era así. Sus ojos decían lo contrarío y él lo sabia.

Su postura recta, su cabello rebelde, su ropa negra. Todo era contradesido por esos ojos, incluso la mirada que mostraba.

Estaba asustada.

Aquello que encubria con su fashada lo gritaba esos ojos, esa mesacla de verde y café, tan exóticos y unicos.

El Uchiha la guió para que se sentara a su lado, y el peliplata la observo inconsientemente por unos segundos perdido sin pensar nada. Como cuando Azuma observaba de reojo a Kurenai pensando que nadie lo habua notado. Como cuando Obito contemplaba a Rin de lejos.

Ellos creian que nadie se daba cuenta.

Pero todos lo sabian.

¿Acaso se darían cuenta de él también?

Lo que el Sharingan nunca vio. |Jiraiya BookStore|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora