Aún no logró comprender cómo es que con todo lo que le ha pasado, le dejaban ir sólo a todos lados.
En fin, la tercera vez que lo ví, (a partir de esa vez nos comenzamos a encontrar seguido, de hecho, nos hicimos amigos. Pero eso se los explico luego), al igual que la vez anterior, regresaba de llevarme algunas almas.
Él estaba en el metro, creo que iba de camino al instituto. Eso me dió una idea.
Antes de comenzar a seguirlo, me quité la capucha, la máscara y la túnica. Me había deshecho de la apariencia fantasmagórica en general. Ahora caminaba entre los humanos con mi apariencia real, mi apariencia humanesca y todos podían mirarme, notaban mi presencia aunque a nadie le importaba realmente.
Entré al vagón del metro en donde Hueningkai estaba y choqué hombros a propósito con él. Por primera vez, cuando me miró, no se asustó, no terminó aterrado como aquella vez en el funeral de su familia.
En cambio, una chispa iluminó sus ojos, como si hubiese quedado maravillado con mi aspecto, con cada pequeño detalle de mi rostro. Me gustó esa sensación de aceptación.
No me dijo nada y yo me limité a no decirle nada. Sólo nos miramos un par de veces o más.
Debo admitir que también me gustó esa cercanía, y es que nunca había estado tan cerca de una persona viva.
Creo que me sonrió unos dos veces con nerviosismo, bastante tímido al igual que cuando era un niño pequeño, oculto detrás de las piernas de su abuela.
Ya cuando el metro se detuvo, Hueningkai salió corriendo hacia a fuera de éste con prisa. No me dió tiempo ni de preguntarle su nombre aunque ya lo sabía. (Realmente me sé el nombre de todos los habitantes de la Tierra).
Yo, en vez de seguirlo como de costumbre, desaparecí para seguir con mi trabajo.
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La Muerte y el Enamorado~SooKai~
Fiksi PenggemarSe dice que la muerte solo aparece en una ocasión en específico: Cuando alguien muere, y que le arranca el alma al cadáver y lo arrastra hacia "La Nada". Se supone que no se queda en la tierra más de lo necesario pero, ¿qué tan sierto es eso?.