4. "Vidas nuevas"

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4 de diciembre. 2271
Valle Inutilia, Nevada,
EE.UU

Poco menos de nueve meses después...

Era tradición, o comodidad, hacer nacer a los superhumanos en la comodidad de sus casas junto a los padres. Siempre había algún médico presente, por supuesto, pero ese momento era íntimo y familiar.

Lucrecia no paraba de gritar del dolor. George a su lado, apretaba con fuerza su mano para no dejarla sola. Teniendo ambos  veintisiete años, su segunda hija estaba naciendo. La pequeña bebé terminó por salir cuando las agujas del reloj marcaron las horas trece de la primera semana de diciembre.

—Buen trabajo, Lucrecia.—dijo el médico tomando a la bebé—Es inutilia, igual que ustedes e igual que...

—Gracias, doctor Sáenz.—interrumpió George ahogando un sollozo. Tomó a la bebé con la misma manta que usó en el nacimiento de Azul. —Bienvenida a Exanimun, Liberty Constantine Vancouver.

La pareja se vio a los ojos un tanto tristes. Ambos vagaban en el limbo entre la melancolía y la felicidad. Una parte de sus vidas se había ido, y la otra apenas recién llegado.

Liberty, libertad, liberal. Ojalá libere un poco las penas que hundían el hogar.


22 de marzo, 2271
Residencia Morbus
C.I/S, Nevada, EE.UU
01:03A.M

Pasada la media noche en la casa de la familia Morbus, Amadeo se levantó de su cama sin hacer ruido para proceder al paso número dos del plan.
Comenzó con sus hijos varones, quienes descansaban en el cuarto de arriba. Entró a la habitación y se paró en medio de las dos camas. Apuntó ambas manos a sus lados, una para cada uno. De ellas emanó el mismo brillo marrón que utilizó con Azul. Comenzó a pronunciar las modificaciones mentales que le haría a sus hijos.

—El 04 de marzo del 2265 nació su cuarta y última hermana. Su nombre es Idaly Morbus y es completamente frágil y estúpida. La consideran de poca importancia y tienen todo el derecho de maltratarla si algo no le sale bien. Sepan también que los sekunder no son tan malos, solamente tuvieron una vida injusta y un acto súbito que los llevó al encierro. Sepan entender... Mentis Mutatio.

El brillo marrón se atenuó hasta apagarse. Amadeo cayó al suelo. Suspiró un momento para retomar fuerza y continuar con su hija. Entró al cuarto de la mayor e hizo exactamente lo mismo que con sus otros dos hijos.

—...Mentis Mutatio.

Al terminar con sus hijos, le tocó empezar con la tarea más difícil. Bajó las escaleras, y por el pequeño pasillo que dividía la puerta de la sala y de la habitación, se deslizó con velocidad sin hacer ruido.
Abrió, deslizó la puerta con cuidado y entró sigilosamente. Con cuidado de no despertar a su mujer, se posó encima de ella y se encargó de ponerla en sueño profundo antes de progresar.

Con llanto en los ojos, estaba por copiar lo mismo que a sus hijos en versión padres, pero se contuvo.

—Yo...yo...yo...—Miró la sonrisa de su mujer. Su rostro pálido resaltaba mucho con sus diminutas pecas y el cabello medio ondulado que le llegaba hasta los pechos. El marrón de las manos de Morbus quedaba muy opaco a los brillos que tenía en la piel. Era una mujer perfecta que claramente no podía fabricar odio por sí misma. Una mujer llena de bondad, serenidad y amor. El corazón de Amadeo se ablandó. No podía llenar de ira y desprecio a una mujer inocente hacia otra persona inocente—Yo no puedo hacer esto contigo.

Azul ©| EXANIMUN #1 ✓ [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora