La Elegida [ EN PROCESO DE EDICIÓN ]

Capitulo 6: Segunda Fase

-¿Esto debe ser una broma no?- como que segunda fase y lo más importante donde esta mi madre, seguro que cuando me dormí ella llego y se despertó a trabajar , o no sé, está desaparecida?, estoy en total shock en este momento, llamare a la policía justo ahora, no, iré en persona ¡QUE ESTA SUCEDIENDO!.Corrí hasta mi cuarto y me cambie de ropa para salir, busque las llaves y salí de la casa. Camine lo más rápido que pude, estaba tan distraída que no me di cuenta que choque con alguien y caí al suelo. Era Derek

-wow, ten cuidado.-Dijo

-Lo siento, no te vi- Le respondí y le di una mirada para que me ayudara a levantarme y pues claro me dio su mano para levantarme.

-¿Por qué estas corriendo?.

 -No estaba corriendo, solo estaba caminando rápidamente.

-Segura?, vi como casi atropellas a esa anciana.-Dice señalando a una anciana que me miraba con el ceño fruncido.

-Pues, se lo merece por caminar tan lento en toda la acera.

Nos quedamos riendo, pero luego me acorde lo que tenía que hacer.

-Lo siento pero me tengo que ir a pasado algo horrible y tengo que ir a un lugar.

-¿Qué ha pasado?, si quieres te llevo.

-No te preocupes, me encargare yo sola pero gracias, nos vemos.

-Nos vemos.

Y salí caminando-corriendo

-¡¡NO VALLAS TAN RAPIDO!!- oí desde lejos junto a unas risas.

Llegue lo más rápido que pude y por fin llegue a la comisaria.

-Que desea señorita Lincon?

-Quisiera anunciar una desaparición, mi madre no aparece desde ayer.

-Está segura que no está trabajando o fue a visitar a algún familiar fuera del pueblo, ya a buscado por todos lados.

-Claro que buscado por todos lados y solamente somos mi mamá y yo en la familia.

-Ok hare todo lo posible pero no prometo nada de que la encontremos hoy.

-¡COMO QUE NO?!, ustedes son la policía, su deber es proteger a las personas.

-Quiere decirme como hacer mi trabajo señorita? No me importa quién sea, Lincon o no, la tratare como todos, quedo claro -Lo dijo en un tono un poco perturbador  

-Si, quedo totalmente claro.

Después de lo que acababa de pasar recordé que no había desayunado y me fui a comer en un restaurante  que estaba cerca, decidí comer algo ligero y luego irme, solo llevaba 10 segundos sentadas y dos personas se sentaron en mi mesa.

-Ho-la, por si no ven esta mesa está ocupada.

Uno era alto, de cabello negro y ojos grises con un toque de azul y la otra de cabello rubio, ojos verdes y posiblemente casi de la misma estatura que la mía.

-solo queríamos avisarte que no estás a salvo aquí, no con nosotros, si crees que viniendo aquí y cumplir esa estúpida tradición que tiene tu rica familia sin problemas estas equivocada, no seremos parte de sus juegos familiares porque sabes que, este pueblo esta que explota por ustedes.   

-Espera, ustedes son los que me están espiando, los que me han enviando papelitos de amenaza.

-Solo los papelitos- Dijo el chico-Solo queremos que sepas que somos un grupo grande, y haremos todo lo posible para destruir de una vez por todas esa estúpida tradición.

-Escuchen, no sé qué es lo que está pasando, no se dé que se trata esta estúpida tradición o cuáles son las cosas que contienen, pero tengan bien en claro esto, pueden hacerme todo lo que ustedes quieran, pero ni piensen en tocar a mi madre.

Me levante de la mesa y justo antes de salir del restaurante mi gire y les dije

-Yo también quiero acabar con la tradición.

Y me fui

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Llegue a casa ilesa, estaba cansada por todo lo que avía pasado en tan poco tiempo, corrí hacia mi habitación y me encerré por dos horas, no sé que haría si perdiera a mi mamá, ya perdí a mi padre y a mi  hermano, mi mamá es lo único que me queda y por nada del mundo la perderé.

Seguro que me quede dormida porque cuando despierto era casi de noche, salí de mi cuarto y baje por las escaleras hasta llegar a la cocina, no encontré nada pero cuando me volteo lo veo, esta sobre la mesa junto a una caja oscura, una carta, es igual a la carta que me dijo que había comenzado la fase dos de la tradición, no estaba asustada porque alguien había entrado a casa, estaba asustada por lo que contenía la carta, me acerque un poco y tome todo el valor para abrir la carta, tenía la misma “L” que la otra carta, pero, esta era más oscura, la abrí y decía:

                                           Abrir la caja- M

Deje la carta a un lado y tome la carta, tenía un aspecto antiguo, era de color negro pero se le veía un toque de rojo por el borde, tenia cerradura, pensé en usar alguna llave de la casa pero luego pensé que tenía que ser una llave antigua, porque claro, (caja antigua llave antigua) pero no encontraba ninguna por toda la casa, estaba buscando por el estudio hasta que llamaron en la puerta, vi la hora y pensé que sería Alexandra o la policía, y salí corriendo para abrir y no encontré a nadie pero si una llave de aspecto antiguo, la cogí y entre a la casa, la mire por un momento y luego a caja y me sentí muy estúpida por no darme cuenta de que es la llave para abrirla, introduje la llave en la caja y se abrió, por dentro era todo cubierto de rojo, contenía un objeto por dentro, era un collar hermoso de cristal azul marino oscuro en forma de corazón , con pedazos de diamantes alrededor de ella, creo que mi mamá me conto sobre este collar, lleva años en mi familia, es una reliquia de unión y amor, según la historia que me conto mi madre de pequeña, dice que nuestros primeros ancestros, una mujer y un hombre , creían que tenían una razón por la que habían nacido era  estar juntos, que era la razón de vivir, que era lo más importante en el mundo , crecieron creyendo en eso, pero los años pasan y la gente cambia, uno de ellos (la mujer) siempre estuvo en duda sobre eso, tanto que estaba a punto de separarse de su “amor”, pero un día el hombre tan desesperado prometió que arriesgaría su vida para darle a la mujer que ama el objeto más hermoso y brillante para su amada, le tomo días en encontrarlo, pero no le importo porque al final, lo logro, encontró el collar más hermoso del mundo y se la dio a su razón de vivir.

Después devolví el collar a la caja y la lleve a mi habitación, la escondí bajo mi cojín, me puse mi pijama y deje que mi mente se alejara de la realidad y entrara en un sueño profundo.