Capítulo 18

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Estoy sentada en la barra de desayuno, comiéndome el rico pan tostado con bacon que me ha preparado Lici. Estoy completamente vestida y arreglada con un traje color vino ceñido al cuerpo, mi cabello recogido en una coleta alta y unos tacones. La noche de ayer fue fantástica, estuvimos mucho tiempo en el despacho, luego de la ducha nos fuimos a la cama. Hasta ahora y  para mí sorpresa desperté antes que él y todavía es la hora que no sale de la habitación. ¿Lo deje tan cansado?

Estoy por terminar mi desayuno cuando entra a la cocina con aires de "Soy Don Sexy Mayor" vestido con un traje gris, una camisa negra de botones, sin corbata. Su cabello negro un tanto descuidado dándole un toque sexy y no se ha afeitado la fina barba que adorna su cara. Lo cuál agradezco profundamente. Me encanta como se ve, se me seca la boca al mirarlo.

— Buenos días. – su grave voz inmunda la cocina. Va hasta donde mí me toma de la barbilla y planta un beso en mis labios. Se sienta frente de mí y comienza a desayunar.

— Desde hoy me quedo a dormir en mi apartamento. Solo algunas veces me quedaré aquí. ¿Está bien? – levanta la mirada a mí y Lici desaparece de la cocina bastante discreta.

— Puedo quedarme contigo en tu apartamento si quieres – contra ataca divertido.

Pensé que sería un poco más difícil, pero no. Desde ayer me está dejando bastante sorprendida. Parece captando todo lo que le he dicho de buen humor. ¿Es debido al sexo? ¿Tal vez el también necesitaría un respiro?

— Espacio. No lo olvides.

— ¿No vamos a dejar de vernos verdad?

— No Omar. Nos vamos a ver. Solo tendrás oportunidad de estar solo. Quizás salir... No lo sé.

— ¿Vas a salir tú? –  su expresión divertida pasa a un segundo plano.

Ay Omar.

— Al trabajo, se me hace tarde. – le sonrió levantándome de la silla. Me imita.

— Ya que no te quedarás esta noche... – su tono es de reproche. —  Voy a llevarte y cuando salgas pasaré por tí. – me tiende la mano para que la tomé. Lo hago.

— Salgo a las tres de la tarde y tú a las cinco. – comenzamos a caminar. No puedo negarle eso. Es bastante lindo la verdad.

— Desde hoy saldré a las tres. – levanta las cejas de forma malísiosa.

— Creído. – me rio.

No me contesta pero se ríe. Me sorprende que este de tan buen humor. Definitivamente el sexo le sienta bien. Y créanme que a mí también, aún me siento en las nubes. Bajamos juntos mientras conversamos de cosas insignificantes. La verdad que estoy más sorprendida que antes. Creo que debí decir todo lo de ayer mucho antes. Me comenta de lo que hará hoy en la empresa y aunque algunas piensen que es aburrió a mí me parece fantástico. Parece muy "ilusionado" con un posible proyecto. Habla sin detenerse mientras maneja su bello Mercedes color azul oscuro. Y yo solo soy capaz de mirarlo embobada.
Es extrañamente perfecto, conduce con los lentes puestos dándole un toque aún más mayor. No sé si lo hace a propósito, pero últimamente los usa mucho. ¿Y a mí? Me encanta que los lleve, tengo un ligero fetiche de él con lentes. El abdomen se me tensa. Todo lo que podría hacerle mientras maneja.

— ¿Me has escuchado? – pregunta curioso mirándome un momento.

Parpadeo intentando de recuperar la compostura. Lo había dejado de oír desde que dijo algo sobre "Max" todo por estar pensando en cosas que podría hacerle. Vamos Alina. Pareces una adicta, deja de pensarlo tanto. No debe ser sano querer tener sexo con él cada vez que sea posible. ¿O si?

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora