Capítulo 1O

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Dieciséis. No se sentían diferentes a los quince. ¿Y el 15 de agosto? Seguía siendo el cumpleaños más patético. Empezó igual que siempre desde que tuve la edad suficiente para no estar en la guardería en verano.

Mamá y papá entraron a mi cuarto a las siete de la mañana, cantando un muy desafinado feliz cumpleaños. Mamá se sentó al borde de mi cama y me envolvió con sus brazos.

—Saldré un poco más temprano del trabajo así podemos ir a la autoescuela antes de que cierre. ¡Tendrás tu licencia antes de que termine el día!

Podría estar emocionado por eso si tuviese un coche para conducir, pensé. Pero no lo dije. Forcé una sonrisa y dije—: Gracias mamá.

—Y nosotros iremos a buscarte un auto mañana por la mañana —dijo papá, empujando a mamá para darme un abrazo él—. Pero mientras tanto, estaré en casa a las seis y saldremos con tu hermano por una cena de cumpleaños y luego veremos los fuegos artificiales. ¿Qué te parece?

Patético.

Tampoco dije eso.

—Suena bien.

—Ten un buen día, amor —dijo mamá, besándome la frente y levantándose—. Trata de no romper ningún hueso por hoy.

—Tuyos o de quién sean —bromeó papá. Eso me hizo sonreír de verdad.

—No te preocupes papá. No tengo a nadie con quien pelear hoy. Los chicos del parque juegan los lunes, miércoles y sábados.

—Feliz cumpleaños muchachito.

Luego de que mis padres se fueran, traté de volver a dormir pero no pude. Me sentía demasiado deprimido. Realmente odio la autocompasión, así que fui a dar una vuelta con el skate para ponerme en marcha. Una buena descarga de adrenalina por lo general me hacía sentir mejor. Excepto que hacía realmente calor, así que no duré mucho. Puedo tolerar el sudor si estoy en un partido, pero vagar por un vecindario desierto no lo vale.

Cundo volví, me sorprendió ver a SeokJin en la mesa, ya duchado y vestido.

—¿Qué haces ya levantado?

—SooYoung vendrá a buscarme en un rato.

—¿Vas a trabajar? —pregunté. Quizás hoy no tendría por qué ser un completo desperdicio. De verdad quería comprar ropa—. Quizás podrías llevarme también, y podrías... —Ugh, era doloroso decirle esto—, ya sabes, lo que dijiste. Ayudarme a elegir ropa nueva.

Los ojos de SeokJin se hicieron tan grandes que casi salieron de su cabeza a su tazón de cereales.

—Olvídalo —dije rápidamente cuando sentí la sangre colorear mis mejillas—. No importa.

—No, no, HoSeok, ¡podemos! ¡Te ayudaré! Pero ahora no puedo. No voy a trabajar. Le prometí a SooYoung que iría con ella a una parrillada familiar. Vamos a irnos todo el día.

—Oh.

Cuando me giré para subir las escaleras, SeokJin me detuvo.

—Pero estaré de vuelta a las cinco. Podemos ir entonces.

La cara de emoción de mi hermano me asustaba. Nunca se emocionaba por pasar tiempo conmigo.

—No puedo —dije—. Mamá me va a llevar a la autoescuela y luego tenemos que ir a la cena en familia y a los fuegos artificiales.

—Oh, sí —su entusiasmo ya se había ido—. ¿Es hoy, no? Sin ofender —dijo—, pero es el decimosexto cumpleaños más patético del mundo.

Bloody Summer. | vhope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora