El temor

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Pov Juliana

Escucho muchos gritos por parte del guardia en la celda de Carvajal, vaya que siempre le va mal a esta guerita de ojos azules -pienso-

Veo que abren mi celda y le dicen que entre y que esta será su nueva celda, no entiendo nada, no sé por qué motivo la están cambiando a mi celda. El guardia se retira, dejando una Valentina vulnerable, realmente la veo muy vulnerable desde el primer día que la vi.

- Hola señorita Carvajal

No recibo contestación alguna, sólo una mirada triste.

- Mira, puedes dormir en la cama de arriba, yo duermo en esta -le señalo que duermo en la de abajo- también puedes dejar tus cosas en la esquina de por allá, mientras conseguimos una cajita en donde echarlas.

- Gracias Juliana.

Es todo lo que habla, ya que inmediatamente deja sus cosas y se sube a su cama, sin decirme nada más.

Me despiertan unos quejidos y murmullos, provienen de Carvajal, me levanto inmediatamente y subo unos escalones de la litera, me percato de que se encuentra dormida, sin embargo, al parecer está teniendo un mal sueño, ya que comienza a gritar:

- No, no, déjame, suéltame, por favor, yo no estoy lista, por favor, suéltame.

- Señorita, señorita -la llamo para despertarla- tranquila, todo está bien, nadie te está haciendo daño, ni nadie lo hará.

- ¿Juls? ¿qué haces aquí?

- Esta es mi celda -me río-

Ella se levanta rápido y me abraza, me doy cuenta que está sudando al sentir su piel húmeda, le devuelvo el abrazo y le acaricio la espalda para tranquilizarla.

- Retírate por favor, gracias preocuparte, pero estoy bien.

Confundida me bajo de los escalones y me voy a mi cama sin decirle nada, su actitud me acaba de molestar, no le digo nada puesto que la entiendo que se encuentre así, pero sé que tampoco debería de comportarse tan arrogante.

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Pov Valentina

Me despierto antes de que suene la campana que nos indica que es hora de ir a desayunar, me quedo acostada en la cama, recordando que Juls en la madrugada me despertó de mi pesadilla, le terminé diciendo "Juls" y abrazándola, no me puedo permitir mostrarme tan vulnerable ante ella, ni mucho menos sentirme tan protegida y cómoda con ella, su abrazo me hizo sentir muy bien, me hizo sentir muy querida, cosa que hace tiempo no sentía con nadie.

- Veo que ya te despertaste, ¿cómo estás? ¿cómo se siente la señorita Carvajal?

- Estoy bien, anoche no pasó nada y no quiero volver a hablar de eso, es más, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra, ¿entendido?

Juls me mira sin entender nada, pero al final comenta:

- Ok, si así lo deseas, por mi no hay problema, al fin de cuentas, la que me va a terminar necesitando y volviendo a dirigir la palabra, serás tú.

¿Y esta quien se cree?, obviamente no le pienso volver a hablar, no quiero tener relación alguna con ninguna persona de este lugar, además, pronto saldré de aquí y esta experiencia será solamente una pesadilla que jamás viví.

Suena la típica campana que ya todos conocemos, es la hora de desayunar. Nos abren nuestra respectiva celda, y nos dirigimos al lugar donde comemos, yo salgo a paso rápido de mi celda en búsqueda de Arantxa, en realidad, lo que menos quiero es ver es el reencuentro mañanero que tendrá Juls con su noviecita, no soporto verlas juntas, son como un dulce empalagoso que prefiero no mirar.

Tras las rejas del amor / JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora