Capítulo 2

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 Pasaban los días y más me daba cuenta de que la Tierra era el lugar perfecto para mí, no me iría de nuevo al lugar donde nací y crecí, ahora comienzo de nuevo, habré de guardar los problemas y mi pasado de allí, para tenerlo como lección de vida, como una razón de vivir.

Dejando ir mis lágrimas, miraría el atardecer. Tan naranja, tan llamativo, esto era sentirse libre. Mi corazón lo anhelaba desde hace mucho, me sentía llamado por las nubes, ahora, al reflexionar, me doy cuenta de que el problema no era yo, eran las personas y ese lugar.

Mi vida es aquí.

Una sensación de nostalgia recorrió mi cuerpo haciéndome estremecer, y mi corazón latía con más fuerza, me pregunto qué dirían mis padres respecto a la Tierra, igual que las leyendas, tan vívida, mi madre estaría feliz de saber que estoy feliz... Y mis hermanos... No, nunca los vi, o al menos no los recuerdo, porque tenía un año cuando ellos se fueron.

Me levanté y extendí mis alas. Me elevé con fuerza del suelo, y comencé a surcar el cielo y las nubes.

El viento movía las blancas plumas de mis angelicales alas, según mi madre. Mi cabello se movía en una danza cuya pareja era la corriente eólica del cielo durante el vuelo.

Volando hacía el crepúsculo, noté una figura marrón que flotaba en el agua.

Tenía desconfianza, pero esperaba lo mejor.

Kaze no tsuyoi bōkenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora