Kaze no tsuyoi bōken

Capítulo 8

 Al día siguiente, Shiawase dejó la nota en la mesa, dentro de la tasa favorita de Doshaburi y salió al patio cerca del acantilado. Antes de irse, fue a la habitación de su hermano menor, y le dio un beso en la frente. Luego a la de su amada hermana, y besó sus labios con suavidad para luego decir algo en un susurro.

-A pesar de ser adoptado te amo... Pero soy demasiado peligroso para ustedes.

 Él la observó una última vez antes de irse, con lágrimas saliendo de sus ojos.

-Perdóname...

 Al salir, las suelas de sus zapatos de marino se llenaron de un brillo blanco y él comenzó a deslizarse por el agua. Entonces, derramando lágrimas, despegó hasta el cielo, casi al nivel de la primera capa de nubes. Y deslizándose, se alejó de su familia hacia el crepúsculo, llorando al saber qué había hecho.

 Me levanté para completar mis labores, limpiar el barco, e ir a buscar a mis camaradas luego de prepararme, pero al entrar a la habitación de Shiawase y ver que no estaba, me desesperé. Corrí a la habitación de Shirubākurēn y vi que dormía como un ángel. Luego fui al comedor y vi... ¿mi taza favorita? Al observar mejor noté que tenía un papel doblado en múltiples partes. Al desdoblarlo la vi. Era su letra... La leí.

''Mi amada Doshaburi, y mi querido Shirubākurēn:

 Lamento haberme ido repentinamente... Debo decirles que no hago esto porque quiera, lo hago para protegerlos. Hay un grupo muy poderoso que quiere matarme. Pero soy demasiado peligroso para ustedes. Finalmente he de revelar secretos que prometí nunca decir. Realmente tengo poderes. Soy de la región del Hielo, pero me abandonaron en la del Fuego cuándo tenía trece años. Al sentir amor mi melancolía desapareció, pero ahora volverá... Me he ido solo, pero sé que ambos bandos me encontrarán. Estoy preparado para morir, pero tengo miedo. El grupo que mencioné antes quiere asesinarme porque en un intento anterior hace tres años maté a sus jefes y digamos que eso no les fue de mucho agrado hehe...uh... Bueno, ellos se lo merecían. En fin. Doshaburi, me hubiera gustado hacer una vida de pareja contigo, tener hijos, cocinar para ti, hacerte una casa...

Y Shiru, mi pequeño adorable...lamento haberme ido lejos de ustedes, aún siento tu peso de bebé en mis brazos. Me duele tanto haberlos dejado...pero me duele más dejarlos de nuevo.

Los amo desde el centro de mi alma y corazón.

Atte: Shiawase''

 Luego de haber leído sus palabras, lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Sentada en la silla que mi enamorado hizo con madera, cubrí mi rostro con las palmas de mis manos y lloré. Lloré con fuerza al saber que existía la probabilidad de que una de las personas a las que más amaba y amaré terminara asesinada. La carta estaba en la mesa. Y entre llantos, unas palabras pronuncié.

-Yo también te amo, pero déjame salvarte al menos una vez...

 Me levanté, y me estiré para entrenar y volar como siempre. Pero algo no andaba bien. Con mala espina, fui al comedor y vi a Doshaburi llorando. El hecho de verla llorar hizo que mi corazón de encogiera de pena. Había una carta en la mesa. Y comencé a leerla, en un principio pensé que era una broma pesada. Pero recordé que él no solía hacer bromas. Al terminar de leerla, lágrimas salieron de mis ojos y quemé la carta. Con la carta hecha cenizas sólo me quedaba abrazarla.

-Ya, tranquila.

 La hice mirarme a los ojos y le dije unas palabras un tanto molesto ya.

-Mírame y escúchame bien. No voy a rendirme así que tú tampoco lo harás. Lo vamos a buscar y lo vamos a encontrar. Le haremos ver lo idiota que fue, y lo traeremos a casa de los cabellos para que finalmente se quede. ¿Okey? Y ve a lavarte la cara que si te quedas llorando nada pasará.

 Ella sólo me miró mientras sus lágrimas caían como lluvia sobre la punta de la mesa.

-Okey. –Dijo en un tono de voz quebrada y un tanto apagada.

 Nos tendríamos que armar hasta los dientes.

 Ahora sólo nos quedaba iniciar la misión.