Misión: Escapar del Infierno del Perro Soltero

12: Cuando la vida te da limones, debes arrojarlos a la secta Wen

—Estimado Zewu-Jun, encontramos a esta persona sospechosa al acecho en la ciudad cercana —un discípulo de la secta Luo informó, mientras se aferraba a un hombre encapuchado que estaba a su lado.

—No creo que necesitemos arrestar gente en este momento. Debemos volver a Cloud Recesses lo más rápido posible —Lan Xichen les dijo a los discípulos que habían regresado de su rutina de exploración.

—¡Trayendo a un hombre sospechoso a nuestro campamento, ¿eres completamente estúpido?! ¡¿Ese hombre podría ser un informante de la secta Wen?! —el líder de la secta Yao les gritó a los discípulos.

—¡Tíralo fuera del campamento de inmediato! —otro líder de la secta dijo en voz alta.

—¡Si! ¡Podría ser peligroso! ¡Estamos en una posición precaria! —otro gritó.

—No hay necesidad de gritarles a los jóvenes. Probablemente estén nerviosos debido a la guerra —el líder de la secta Luo, pronunció con calma.

—No, Líder de Secta Señor, ¡este hombre es realmente sospechoso! ¡Lleva las túnicas de la secta Jiang! —el discípulo habló de nuevo.

Toda la tienda llena de líderes de la secta quedó en silencio. La secta Jiang había sido casi aniquilada por la secta Wen, pero encontrar a una persona con su túnica púrpura a una distancia tan lejana de Yunmeng era bastante intrigante. Después de una pausa, la gente comenzó a murmurar pero nadie le pidió al hombre que se identificara.

—No hay necesidad de tanta confusión. De hecho, soy de la secta Jiang —dijo el hombre mientras se quitaba la capa para revelar la cara de un joven, muy familiar para Lan Xichen.

—Jiang Wanyin, estaba vivo —Lan Xichen sonrió. Jiang Cheng asintió.

De repente, uno de los líderes de la secta sentado al lado del primero lo atrajo más cerca y susurró, —¿Deberíamos dejar que este chico esté aquí? La secta Wen lo está cazando. Será un desastre si encuentran nuestro campamento.

Lan Xichen suspiró. —Jiang Wanyin también guarda rencor contra la secta Wen, al igual que nosotros. Él es nuestro aliado.

—¡No tiene ejército que lo respalde! ¿De qué sirve una persona? —el Líder de la Secta Mu gritó y casi todos en la sala murmuraron de acuerdo.

—Ya hemos llegado hasta aquí, pero ¿están ustedes arrepintiéndose después de todo? Además, podemos reclutar más remanentes de la secta Jiang para nuestra causa si el líder actual está presente con nosotros. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir —Lan Xichen les dijo en un tono tranquilo.

—Como ya está aquí, es demasiado peligroso dejarlo ir, ahora que conoce nuestra ubicación y destino —el líder de la secta, Luo, pronunció—. Y como acababa de decir Zewu-Jun, lo necesitaremos para reclutar gente de Yunmeng.

Todos en la tienda asintieron de acuerdo. Por lo tanto, se decidió que Jiang Cheng viajaría con ellos. Dicha persona miró a los líderes de la secta antes de que algunos discípulos se lo llevaran fuera de la tienda.

—¡Qué grosero! —un líder de la secta exclamó.

—¿Qué más puede hacer? Él vino aquí por nuestra ayuda, pero estábamos tan indecisos que no creo que confíe más en nosotros —dijo Lan Xichen.

—¡Bueno, él puede irse si quiere! —otro líder de la secta gritó. Lan Xichen le sonrió y le hizo un hechizo silenciador al hombre.

***

—Aww, qué romántico~ ¡Nadie puede hablar mal de su esposa frente a él! —Wei Wuxian intervino.