3

2.8K 280 236
                                    

Después de aquel excitante beso, Louis no podía contenerse más y Legoshi tampoco. Arrastró al lobo entre la gente para salir del antro e ir al auto de Louis para llegar al apartamento de este, donde se encontraban justo ahora.

Louis se mantenía aferrado al cuello de Legoshi, mientras el lobo lo sujetaba por el trasero, apretando su pequeño cuerpo contra la pared y el enorme pecho del lobo. Ambos se seguían besando, Legoshi comenzó a mover su pelvis contra Louis, quien no podía sentirse más que emocionado e impaciente al sentir la enorme dureza del lobo; quería sentirlo dentro de él, muy dentro... de tan sólo pensarlo Louis se ponía a babear.

—Bájame, vamos a la cama —Legoshi obedeció y soltó con cuidado al ciervo, a lo que Louis se sorprendió pero no comentó al respecto.

Louis guió al lobo por entre la ligera oscuridad del departamente. Las cortinas estaban abiertas y la luz de la calle daba cierta luminosidad a la habitaicón. Cuando llegaron al cuarto, Louis comenzó a desvestirse en frente del lobo, desabrochó los cinturones de su pecho, después siguió su camisa blanca, su pantalón negro que le fue dificil quitarlo al notar que aún no se quitaba sus botas.

—Agh—se quejó Louis— estúpidas botas. Se sentó bruscamente en la cama, su cuerpo rebotando ligeramente, se deshizo de sus botas para después retirar su pantalón quedando sólo en ropa interior.

Legoshi no dijo nada en todo ese rato, se dedicó a admirar la desnudez del ciervo; su corto pelaje rojizo, su cuerpo delgado pero tonificado, justo como imaginó que luciría sin toda esa ropa.

—¿Prefieres sólo ver o tocar? —el sonido de la voz de Louis lo trajo a la realidad— vamos, estoy muy caliente, no me hagas esperar...

Y sí, las feromonas que Legoshi podía oler confirmaban lo dicho por Louis. Se acercó a la cama, se inclinó poniendo ambas patas a cada lado del cuerpo del ciervo, quedando cerca de nuevo, Louis comenzó a arrastrarse hacía el centro de la cama, a medida que lo hacía, Legoshi acortaba la distancia y Louis lentamente terminó por acostarse completamente en la cama.

—Vamos, desvístete tú tambien.

—Oh, sí, claro —dijo Legoshi dándose cuenta de ese detalle y enderezó la mitad de su cuerpo sobre la cama. 

Louis veía como Legoshi se deshacía de su camisa, observó con cuidado el movimiento de sus musculos, como sus hombros y fuertes brazos quedaron al descubierto; después, vió como tomaba la parte final de su playera, tirando de ella hacia arriba, dejando ver lso músculos de su pecho. Legoshi agachó su cabeza y vio la lujuria en los pequeños ojos del ciervo. Louis dirigió dos de sus dedos a su boca para lamerlos como si de un dulce se tratase. Legoshi abrió sus ojos y su cola comenzó a oscilar ligeramente. 

"¿Te gusta lo que ves?" pensaba Louis, "Espera a ver lo que haré con mis dedos". Para sorpresa de Legoshi, Louis dirigó sus dedos a su ano, ahí fue cuando notó el pene de Louis erecto, como si de un mástil se tratase. Louis metió uno de sus dedos, lentamente lo sacaba y lo vovlía a meter, podía ver como la cola de Legoshi se agitaba de un lado a otro y eso lo animó a meter el segundo dedo, repitiendo los mismos movimientos. Legoshi estaba fascinado con el espectáculo que Louis le ofrecía.

Vamoooos... —La voz de Louis salió en forma de un gemido necesitado. Comenzó a mover sus dedos en tijera, los sacó y agregó un tercer dedo, metiéndolos más profundo. 

Legoshi se apresuró a quitarse sus pantalones y ropa interior, dejando ver lo enorme y erecto que estaba su pene.

—Oh por Dios... —susurró Louis, aunque Legoshi lo pudo escuchar muy bien.

—Yo... —dijo Legoshi— no quiero lastimarte, así que si ya no quieres hacerlo...

—¡Cállate! ¿De qué estás hablando? Por supuesto que quiero.

Roses | LouisxLegoshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora