Hanahaki Disease. ┊DARWIN WATTERSON.

Cinco.

Todos estaban ansiosos en la sala de espera. Gumball estaba llorando de culpa por no haberse dado cuenta. Nicole y Richard consolaban a sus hijos. Gumball no hacía ningún esfuerzo en ocultar su pena, Anais intentaba no llorar, pero se le hacía inevitable.

Salió el médico.

—El paciente está estable, logramos remover todas las flores de raíz sin hacer daño a ningún órgano... Pero asumo que saben lo que eso significa.

Todos se miraron confundido.

—No lo saben...— susurró para el mismo. Iba a ser difícil de explicar, más a una familia triste y desesperada. —Significa que removimos los sentimientos también. Las flores acumulaban los sentimientos.—

Ellos estaban en shock. ¿Qué? ¿Un Darwin sin sentimientos?

—Pueden pasar a verlo. Aunque aún está inconsciente. Pero por favor, pasen de a dos. Que pasen todos va a ser asfixiante para el, lo menos que necesita es eso.

Al final decidieron que Nicole y Gumball entrarían, y Richard y Anaís esperarían afuera.

Gumball se sentó al lado de la cama, y Nicole se mantuvo de pie, esperando a que despierte.

—Mamá... ¿Darwin será diferente cuando despierte?

—Cielo, yo... Yo no lo sé.— habló con sinceridad. No le mentiría a su hijo si no tenía idea que ocurriría. No quería hacerle promesas falsas.

Darwin había abierto sus ojos, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz.

Gumball fue el primero en abalanzarse a abrazarlo, siendo apartado por la mayor.

—Gumball, recuerda lo que dijo el doctor.

—¿Señora mamá? ¿Gumball? ¿En dónde estamos?— preguntó, sentándose en la cama. Su voz sonaba más... Carecente de algo, carecente de felicidad.

—Darwin, cariño. Estamos en el hospital. Después de que llegaste de la escuela vomitaste flores y te desmayaste. Te trajimos al hospital y el doctor dijo que sufrías de Hanahaki.

“Entonces era verdad.” pensó Darwin.

—Te tuvieron que hacer una operación para quitar las flores... Lo bueno es que no dañaron ningún órgano... Lo malo es que con junto a las flores removieron los sentimientos.—

—Eso explicaría por qué no sentí felicidad cuando Gumball me abrazó.— dijo con total frialdad, sorprendiendo a su madre y hermano.

Este sin duda no era su Darwin. ¿Cómo le explicarían a los demás? ¿Esto siquiera era algo bueno? ¿El Darwin normal volvería algún día?