¿Quién eres?

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Recuerdo aquel día con exactitud, el sonido del piano invadió por completo el lugar, la gente en silencio escuchando la hermosa melodía, mientras que yo solamente mantenía mis ojos cerrados, no quería ver al público, de lo contrario sería una distracción y de ahí cometería errores. Solo sentía toda la atención hacia mí, di lo mejor que pude esperanzada de que mis padres estuvieran ahí en el público escuchando algo que iba dedicado a ellos y al profesor Jeon. Pero nunca llegaron.
Recuerdo que llegue feliz con el profesor e inmediatamente pregunté por mis padres, su mirada se había entristecido, ahí entendí que ellos no habían llegado. Pensaba que tal vez había sido un error, que si llegaron y que él no los había visto, no fue así. Durante ese día no llegaron a recogerme, estuve todo el día ahí acompañando al profesor en sus labores de trabajo a todos lados, a él nunca le disgusto la idea, hasta que dieron las 8:00 pm, ellos llegaron y se disculparon. Yo enojada corrí al auto sin antes despedirme y agradecerle al profesor por el día de hoy, mis padres se excusaron de haber tenido mucho trabajo y no poder venir.

Ese fue uno de los días más tristes de mi vida, una melodía tan hermosa dedicada a ellos y no habían asistido.

De pronto una notificación en mi celular hizo que me despegara de aquel pensamiento. Un mensaje de Young.

-Hola hermosa, perdona por no haber estado contigo ayer. ¿Estás en casa?

-Si, estoy en casa, pero estoy un
poco ocupada. ¿Por qué?.

-Shey, puedo explicarte lo de ayer. En verdad, perdóname.

-No, está bien, solo para la otra
avísame, estuve poco más de 1 hr esperándote.

-Voy ya mismo a tu casa, de paso te ayudo en lo que estés haciendo.

-Young no es necesario, podemos
hablar después.

Que bien, se desconectó sin siquiera ver mi último mensaje.
¿Solo un perdona? Yo no sé pero eso no es suficiente para perdonar lo de ayer.
Salí a la terraza de la habitación de mis padres a tomar aire, tocar piano ya me había satisfecho por hoy. Ya eran las 7 menos 15, ni tan tarde pero tampoco tan temprano. Me gusta mucho esta terraza porque se alcanza a ver la ciudad, aunque sería mejor ver naturaleza, pero me tranquiliza aún así.

Escuché que tocaron la puerta de la habitación, tal vez sea Young.
Abrí la puerta pero no había nadie.

-¿Young?.- pregunté con la esperanza de que respondiera. Fue en vano, solo hubo un silencio total.

Pff me estoy volviendo loca.

Me dirigí a mi habitación y me puse un pans gris y una blusa un poco holgada color negro, es muy cómodo, realmente no me importa tanto verme bien, él dice que esté como esté me veré hermosa.
Baje a la sala a esperarlo mientras comía un poco de cereal con yougurt. No había comido nada en todo el día, pero tampoco tenía hambre, sé que tengo que comer pero no tenía absolutamente nada de hambre. Por hoy solo comeré esto tal vez.

Abrieron la puerta y de esta entro Young.

-Hermosa, disculpame en serio.- dijo acercándose a mí y sentándose a mi lado.

-¿Qué pasó? ¿Dónde estuviste? ¿Y por qué no me avisaste?

-Me ocupe en unas cosas del auto, fuí a recoger algunos papeles, se tardaron horas y no tuve noción del tiempo.

Detras de la reja (V y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora