Despues de la muerte

Secuestro.

Hoy es el terrible día hoy debí secuestrar a Alicia, todos están muy emocionados y dicen que tienen muchas ganas de hacer sufrir a esas "ratas".

Esto es horrible, no quiero traer a mi hermana acá, si pudiera me iría de inmediatamente, pero no creo poder, últimamente he estado muy vijilada y no se si sospechen algo.

Majo esta muy anciosa, no ha dejado de entrenar y de recordarme la misión.

Estoy caminando por los pasillos solo pensando en que decisión tomar, en como proteger a Ali y en como salir viva de toda esta mierda.

-¡Mia!- escuche gritar a Daniel detrás de mi- hola, estas muy hermosa hoy.

-Hola Daniel- dije sonrojandome- muchas gracias.

-Yo solo quería decirte que espero que te valla muy bien en la misión y también que...- dijo tornándose muy nervioso.

-Que..., dime no hay problema- dije apoyándolo.       

- e-esque, tu me gustas- dijo mirándome a los ojos.

No lo puedo creer, le gusto a Daniel.

-T-tu también me gustas- dije agachando mi cabeza y sonrojandome.

Inmediatamente cogió mi rostro entre sus manos y redujo la distancia entre nosotros, me cogió por la cintura y junto nuestros labios que empezaron a moverse suave y tiernamente.

No tengo palabras para describir ese beso, fue tierno y mágico.

-Hey, disculpen si los interrumpo par de tórtolos- dijo majo que estaba enfrente de nosotros con cara de pocos amigos- Mía, debemos irnos ya.

Y sin mas decir dio media vuelta y se fue.   

-No te preocupes por ella, solo esta celosa- dijo Daniel.

Celosa?, pero porque estaría celo.... Mierda... Ellos tuvieron algo.

-Solo no le pongas cuidado, suerte- dijo guiñandome el ojo.

-gracias, cuidate mucho- dije y salí corriendo a la armería.

~ALICIA~

Estoy sola, todo esta oscuro y silencio, lo único que alcanzo a distinguir son rastros de sangre en el suelo.

-¡MAX!-grite con todas mis fuerzas pero no responde.

Estoy muy asustada.

Empeze a caminar por el bosque esperando a encontrar a alguien.

Derrepente vi una figura, era de una joven, pero la falta de luz no me dejaba ver quien era.

Decidí acercarme, hasta que la luna ilumino su rostro. Que?, porque? Es mi pequeña Mía, pero no es ella, esta convertida en uno de esos monstruos.

Rompí en llanto y ella se acerco muy lento a mi.

-Cuidate mucho, nunca olvides que te amo- dijo mía.

De un momento a otro se abalanzo sobre mi logrando morderme y todo se derrumbo.

-¡ALI!, ¡DESPIERTA!- dice Max tratando de despertarme.

En sus ojos veo mucha preocupación y lo único que hago es aferrarme a su pecho.

-Fue solo un mal sueño princesa, tranquila, todo estará bien- dice abrazandome muy fuerte.

Nos quedamos así un rato, solo recostados en la cama abrazandonos.

A las 7:00 am nos levantamos para salir a la escurcion.