¿¡Faldas?! //KiriBakuShima//Genderbend

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Si, era usual que la pareja se quedara dormida y no escucharan la alarma, por ello Bakugou ponía dos, usualmente despertaba con la segunda, se vestía y después despertaba a su novio.

No era usual que Kirishima se despertara de casualidad cuando ya habían sonado ambas alarmas. Rápidamente despertó a la ahora chica sintiendo algo de pena, se la veía relajada y tierna.

–Vamos Kats, llegaras muy tarde a la reunión– mientras la rubia refunfuñaba en la cama el pelirrojo se colocaba su uniforme, claramente ya tenía varios en la habitación contraria para esas ocasiones. No es como si no pudiera usar la ropa de su novio, si eran casi la misma talla y de por si Bakugou solía comprarse ropa un talle más grande de lo que necesitaba, pero era más que nada para no levantar sospechas de su secreta relación.

–Me cambiare en el baño– la voz aguda hace que el pelirrojo se de vuelta, ve a la chica buscar la ropa que se pondrá. Usualmente se cambian sin problemas ni vergüenza uno frente al otro, pero ahora era incómodo.

–No te preocupes... espero en el pasillo– salió del cuarto por la ventana para buscar su mochila y esperar en el pasillo como prometió.

Bakugou se cambió rápido, no pensó mucho en si le quedaba o no bien con su nuevo cuerpo, no había nada de tiempo, ¿Por qué eran jodidamente difícil despertar cuando dormía con su novio? Odiaba y amaba que el otro fuera tan cálido y cómodo.

Se puso unos boxers porque sinceramente no tenía otra cosa, y seguían siendo cómodos, sus pantalones habituales, esos que eran grandes y solía llevar bien al borde de lo que podía considerarse bien puestos, hoy se los puso bien, al menos intento llevarlos a su cintura. Tomo una camisa blanca, ahora le ajustaba los pechos porque de confección masculina, pero le cerraba, probablemente por tener menos espalda y por el corpiño deportivo que le comprimía. Zapatos, mochila, lavarse los dientes y ya, se despeino un poco de camino a la dirección.

–Suerte Blasty– fue lo último que escucho antes entrar la sala del director, se sorprendió al no ver al dueño de la sala allí.

–Pasa, tome asiento señorita– el secretario era el único presente, cabe aclarar que ambos tienen un sentimiento de odio mutuo, le señala una silla y este a regañadientes se sienta.

– ¿Y el director? ¿Aizawa Sensei no debería estar aquí? –

–Mira Bakugou, el director me pidió que te informara lo que debes saber, no que te explique donde esta. Así que precedo a cumplir mi deber. Se te dará el uniforme correspondiente y asistirás a los baños y vestidores correspondientes a tu sexo, te pido que te comportes como debes y si el efecto de este quirk se prolonga más de una semana te mudaras a los dormitorios femenino, debes pasar por la secretaria de planta baja y te guiaran para buscarte el uniforme, también se te darán ropa interior adecuada y de ser necesario se adaptara tu traje de héroe. Mañana a las 18:00 tendrás cita con la policía para ver si el villano decide quitar los efectos, luego tienes una prueba de entrenamiento evaluada para ver que ajustes hacerle a tu traje. – Bakugou intentaba con toda su alma evitar comentarios ya estaba en segundo año, había aprendido por las malas que ese hombre le odiaba y quería expulsarlo, así como había aprendido que no podía gritar y esperar que lo tomen enserio. Pero se estaba enojando.

– Bien, ¿algo más? –

–No, puedes retirarte, espero que este cambio te corrija ese comportamiento que tienes–

– ¿Eh? –

–Digo, ya te acostumbraras a tu nueva biología y te calmaras un poco–

–Espere, ... ¿¡no estará insinuando que la biología me hará una perra que se conforme con su maltrato?! –