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Mineta solía imaginar lo qué pasaría si algunos de sus compañeros cambiarán de sexo, porqué la verdad es que tener más compañeros que compañeras no le agradaba mucho.

Sin embargo, nunca pensó que esto terminara siendo real, ni mucho menos que él pudiera verlo con sus propios ojos

Cuando una tarde Aizawa Sensei los cito fuera del horario de clases para explicarles que el temido Bakugou Katsuki se había transformado en una sensual chica. Rápidamente pensó varios escenarios donde la nueva rubia llegaría con una falda, que olvidaría que llevaba y dejaría ver su trasero en varias ocasiones. Además de múltiples posibles accidentes que podría tener en los combates, "accidentes" donde él terminaba sobre un par de tetas.

Eso sin pensar que probablemente Bakugou este tan enojada con el cambio que quizás hasta exija seguir usando el baño masculino.

Imaginar las proporciones femeninas del chico explosivo no fue difícil, seguramente tendría cabello largo, sería más pequeña en altura, pues las caderas serian anchas y la cintura pequeña que ya siendo chico tenía, la conservaría, tendría unos buenos pechos y gran trasero. Era algo que daba por hecho, un chica sensual y rebelde, seguramente iría a clases con un sostén rojo y los botones de la camisa blanca abiertos dejando ver más de debido.

Estaría tan enojada solo esperando que alguien la ponga en su lugar como la buena perra que debe ser.

Lo que no se esperaba era que esa noche a la hora de la cena se encontraría con una chica con el mismo corte de pelo que Katsuki, de la misma altura y masa muscular. Vestía la misma ropa que el Bakugou masculino.

Es más, si no prestadas atenciones a las largas pestañas que ahora llevaba, y al pecho que al parecer estaba siendo un poco comprimido por un sostén deportivo y una remera un poco grande. No habría ninguna diferencia a simple vista.

Se sentía estafado.

Por otro lado, Bakugou si notaba las putas diferencias, sus pies eran unas tallas más chicos, sus manos también era un poco más pequeñas y su pecho había aumentado demasiado para su gusto, le pesaba, no entendía como las chicas vivían con eso.

Sin embargo, no estaba particularmente enojado... incómodo sí, pero cambiar de sexo no le afectaría en nada, seguía siendo igual de fuerte que antes. Al fin y al cabo, mientras fuera él número 1, daba igual que cuerpo tuviera, no tenía nada de vergonzoso ser una mujer. Ellas también eran fuertes y podían estar a la altura de cualquiera.

–Así que ahora tenemos una rubia en el salón– Denki silbó en forma de piropo, ganándose unos golpes de Jiro, Mina y Bakugou –Bien ya entendí, no más bromas de Bakugou siendo una puta– otro golpe.

– Emm, pero... ¿Ahora deberíamos llamarte en femenino? Por favor no me mates– esta vez Sero preguntaba.

–Hagan lo que quieran bastardos, el efecto del quirk no durará mucho y no me importa cómo me llamen, son solo putas palabras– La voz le salió más aguada de lo normal, pero aún mantenía su típico gruñido, mientras sea capaz de transmitir todo su odio no le molestaba tanto.

En realidad, si quería que lo tratarán en masculino, pues es lo que era... pero entendía la situación y la posible confusión, no era tan grave un par de pronombres. Podía con eso. Bakugou Katsuki es más que unas palabras.

– ¿Así que ya has hablado con Aizawa Sensei? Él nos citó más temprano para contarnos el efecto del quirk– Kirishima preguntaba mientras lavaba los platos intentando no verle los pechos a Katsuki.

–No, o sea si, apenas pasó todo esto, él me fue a ver al puto hospital, le conté, me trajeron con Recovery Girl, me dio el día libre y dijo que mañana tenía que ir la dirección a primera hora. No sé qué mierda quiere, pero tendré que ir. –

¿¡Faldas?! //KiriBakuShima//GenderbendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora