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Había algo raro en su cuerpo, pero bueno, eso no era ninguna novedad.

En realidad, lo raro eran las sensaciones, como un vacío, la falta de reacción... físicamente había un hormigueo, frío en su piel, calor en su interior, no escuchaba su respiración ni sus latidos, aunque era muy consciente de que respiraba y su corazón bombeaba con normalidad ¿Porque no podía sentirlo?

El día había sido largo, no podía decir que se sentía bien, pero tampoco se sentía mal. Estaba en un estado de pasividad que no conocía, y se preguntaba si se debía al cambio que sufría su cuerpo... quizás ahora que producía más estrógenos que testosterona algo había cambiado... ¿podría ser?

Otra vuelta entre la cama, las ocho y media ya habían pasado hace mucho, su rutina se estaba arruinando terriblemente.

Cuando dormía con Kirishima solían hacer cualquier cosa menos dormir, desde cariños, charlar... u otras cosas... y ahora que dormía solo lo extrañaba.

¿Quizás esto que sentía era por no haber pasado tiempo con el pelirrojo?

Pero no podía ser, habían hablado lo había abrazado y besado... ¿sería la falta de algo más sexual? Pero no lo veía posible... ellos pasaban mucho tiempo sin esos encuentros y ninguno tenía problemas con eso, ya no eran pequeños adolescentes hormonados.

¿Tenía que ver el efecto del quirk? ¿Por qué no podía dormir? ¿por qué no se podía enojar con todo y simplemente seguir con lo suyo?

Desde temprano en esa mañana, había decidido arreglar las cosas, hacer una buena acción, plantar una queja a la escuela para que el uniforme dejará de dividirse por géneros... eso había estado bien, no había razón para que eso fuera lo que esta noche le atormentaba.

Mira por la ventana, y vuelve a darse vuelta, busca una mejor posición, cierra los ojos fingiendo dormir para finalmente caer en el sueño, pero su mente sigue buscando el origen de su malestar, ignorando el plan de Bakugou.

No había tenido ni la más mínima oportunidad de pelear, aunque ganas no le sobraron, el permiso para vestirse como quisiera debería alegrarle... pero no lo hacía, suponía que se debía a su carácter explosivo y sus ganas de pelear, algo típico en su persona...

Luego las chicas junto a Iida, habían planeado algo para presentar una carta documento, con una queja formal para agregar pantalones al uniforme femenino... aunque aún no había llegado a nada concreto sabía que lo harían, seguramente eso debería alegrarlo, desde el inicio del día ese era su objetivo... ¿no? ¿Entonces por qué no lo hacía?

El techo parecía más interesante que antes, lo mira intentando encontrar algo, aunque sólo fuera de un aburrido blanco, inconscientemente coloca una de sus manos en su pecho, el tacto es suave sobre la tela y no puede evitar acariciar, casi sin darse cuenta, solo piensa en lo que fue su día.

Piensa en la tarde, en la estación de policía.

Piensa en lo que sintió al tomar el bus, en cómo reacciono al descubrir que algunas personas no le miraban a los ojos, por más que solo vistiera ropa de hombre negra que cubría muy bien su cuerpo.

¿Acaso debería haber enfrentado a esos hombres que le habían mirado? Estaba en su naturaleza enojarse por todo... ¿Por qué no habían reaccionado violentamente a eso? Ni siquiera les gritó que le dejarán de ver cómo a un pedazo de carne.

Piensa en cómo el dueño del quirk se reía de su hazaña, diciendo que ahora se veía mucho mejor y que sucumbiera a la naturaleza sumisa que ahora tenía, solo por ser mujer.

Piensa en todas las mujeres que fueron secuestradas, vendidas y violadas por ese tipo y el resto de sus aliados. Todos los hombres que fueron cambiados para hacerles sumisos juguetes sexuales, todos los niños y niñas que tuvieron que dejar de ser infantes para ser obligados a hacer cosas de adultos.

¿¡Faldas?! //KiriBakuShima//GenderbendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora