Un cuento parte 2

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Al llegar a mi casa me tiré en mi cama a llorar hasta que noté que Christian entraba y se sentaba a mi lado,seguído por Max y Bruno. En ese mismo momento ivan a decir algo, pero yo los interrumpí.

-¡Sois unos estúpidos!.

-Dejanos explicarte-me dijeron.

-¿El qué, que solo me vendisteis una cuento con un final feliz?,y como no sois unos mujeriegos,y para colmo, me gustáis mucho, sobretodo tú-dije señalando a Max.Estos al oír estas últimas palabras,estos se sonrojaron.

-Buenas noches, será mejor que nos vallamos ya a la cama-dijo Max.

Después de cinco o diez minutos de haber hablado con los chicos,no pude dormir a si que cogí,y sin hacer ruido me levanté y me dirigí a la habitación de los gemelos,cuando entré,me encontré a Mónica,en la cama con Christian y a Violetta en la cama con Max.

-Ejem...esto,veo que vengo en mal momento-dije.

-Esto...yo,por favor,no te vallas-me dijo Christian.

-María,espera-dijo Max pero yo no les hize caso ninguno y me fuí a mi cuarto,serré la puerta con pestillo y me dirigí a la ventana,de donde me intenté desaogar,lo cual no pude hacer,porque mi hermano,tiró la puerta abajo y me separó de la ventana.

Punto de vista de Justín.

Llegué a mi casa,después de haber salído a cenar con Mónica y me encontré la ventana de la habitación de mi hermana menor María,habierta, a si que subí y me encontré a los gemelos aporreando la puerta con cara de susto.

-¿qué pasa?-les pregunté.

-Es tu hermana que se ha enserrado,porque hace unas horas nos confesó que le gustabamos y ahora a media noche a ido a nuestro cuarto,no se para que y nos ha encontrado con nuestras novias...por desirlo haci-dijo Christian.

Al oír lo que dijo Christian,los separé de la puerta, y me abalancé sobre esta probocando que callera al piso.Miré haber si encontraba a María por la habitación y me la encontré sentada en la ventana,acto seguido la separé de esta.

-¿qué pretendias hacer?-me preguntó este.

-Bamos,solo es un segundo piso-le dije.

-¡María!-me gritó.

-Vale-dije yo alzando las manos como síbolo de rendision.

-¿Estas bien?-me preguntó Christian.

-¡Alejaos de mí!-les grité,pero son testarudos,porque no me hucieron caso.

El amor es una mierdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora