III.

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Cuando Joohyun abrió la puerta tras escuchar a seulgi llamarla, el corazón se le llenó de tristeza; vio a su mejor amiga parada en la puerta con los pies descalzos, los ojos cerrados, el delineador corrido al igual que el labial y su cuerpo tembloroso de nervios y llanto. La tomó de los hombros y la abrazó fuertemente.

-Tranquila cariño, ya pasó, estamos juntas y no te va a suceder nada malo.- Joohyun repetía mientras acariciaba el cabello de Seulgi recién teñido.-vamos adentro ¿Si?Hagamos galletas de mantequilla, esas te gustan.

- Si por favor.- Seulgi dijo separando su cara del hombro de la mayor.- ¿Me prestas ropa unnie? Me siento ridícula en este tonto vestido.- Habló desanimada mientras pasaba a la casa.

- Claro que puedo hacerlo, pero tienes que saber que tu vestido no es tonto, es lindo, y que una persona no haya sabido ver lo hermosa que te ves con el él no es tu culpa.

-¿Cómo sabes que fui a ver a MinHyuck?

-Si no hubieras ido, no estarías llorando...

-¿Puedo cambiarme? Y te cuento que fue lo que pasó.- Seulgi bajó la mirada tan apenada que sentía que la tierra iba a tragarla

-No necesito que hables ahora si no te sientes lista, pasa a mi cuarto y agarra lo que se te haga más cómodo, voy a preparar masa de las galletas ¿si?

-Si.- Seulgi asintió con una sonrisa triste.

Mientras su amiga se cambiaba Joohyun comenzó a sacar todos los materiales que necesitaba para cocinar las galletas de mantequilla que tanto les gustaba compartir; se lamentaba de no poder hacer nada con la situación, Seulgi ocupaba una gran parte de su corazón y cuando ella se rompía, también Joohyun lo hacía. Quería desaparecer a Minhyuck, dibujarlo en una hoja de su cuaderno y hacerlo avionsito para mandarlo lejos donde no pudiera dañar a nadie.
Había veces en las que Irene se imaginaba a Seulgi como su pareja, cómo sería todo tan diferente para ella; por que claro, Joohyun sería la mejor de todas las novias, siempre le haría de comer, la llevaría a la escuela, cuidaría de ella siempre, le cantaría en las noches y la abrazaría todo el tiempo...

-Bae Johyun eres su amiga, no su madre.- Se regañó a misma en voz alta.

Estaba a punto de meter las galletas a el pequeño horno que tenía cuando los pasos de seulgi entrando a la cocina llamaron su atención.

Bae Joohyun no podía creer lo que miraban sus ojos, Kang Seulgi, una mujer de 26 años, piernas perfectas y largas, cabello largo y recogido, ojos tiernos y cara brillante, usando su camisa del trabajo como vestido mientras comía una manzana; las hormonas de la chica que miraba a Seulgi ahí parada, nunca habían estado tan alborotadas y su cara tan sonrojada.

-No estás usando pantalones...- Sentía su cara hervir.

- Uhm, lo siento, no quise tomar uno de los tuyos tienes pocos limpios, pero si incomoda puedo ponerme...

-No, no me incomoda, así está bien.- Desvió la mirada aun nerviosa.

Seulgi la abrazó de nuevo y le dijo "baechu, nunca nadie me ha querido como tu" Baechu no sentía su corazón en su pecho, sentía que lo había tomado en sus manos y se lo había dado a la bella chica que la abrazaba. Por unos momentos Bae se sentía flotar calidamente, disfrutando aquel abrazo de 8 segundos, que en su mente podía hacer que durara por horas, hasta que escuchó "pero yo nunca he querido a nadie como lo quiero a él". Dejó de flotar, su corazón volvió a su lugar y sintió un dolor extraño en la garganta.

-Seulgi ¿Qué te hizo esta vez?- Joohyun preguntó cansada.

- Fui al salón de belleza, me arregle tanto para ir a cenar con el de sorpresa y cuando llegué estaba acostado con otra chica.

Joohyun masajeaba su cabeza para evitar que comenzara a dolerle de estrés.

-Por favor, por lo que más quieras SeulGi, no lo perdones...

-No lo haré, no lo perdonaría ni aunque se pusiera de rodillas para llorarme e implorar perdón, no lo perdonaría ni aunque me ofrecieran toda la cerveza del mundo...- Decía enojada.

- Te mereces muchísimo, y ese idiota nunca va a poder dartelo.

Seulgi se quedó callada por varios minutos mirando al suelo y moviendo sus dedos del pie, mientras apretaba cada musculo de su cara para no derramar ni una lágrima.

- ¿Es porque no soy tan bonita? Es decir la chica con la que el dormía tenía unos pechos enormes.- Comenzó a sollozar.

- Oh seulgi, vamos a la sala ¿ok? Para que puedas hablar más cómoda.

La rubia lloraba descontroladamente y sentía sus piernas temblar al igual que su barbilla jamás había sentido tanto dolor e ira al mismo tiempo.

-Mira, cariño.- Su amiga trataba de calmarla acariciando su espalda.- No es tu culpa y nunca será tu culpa que alguien te haga este tipo de falta al respeto, el valor de una mujer no se mide por el tamaño de sus pechos, Seulgi, ni por qué tan pequeña sea su cintura, que tan grandes sus ojos o blanca su sonrisa, no es así, no somos solo un cuerpo, el valor humano se mide por lo que tienes para ofrecer al mundo, y tu mi vida, tienes millones de virtudes para ofrecer.

-Yo no supe darle nada a él.- Ocultaba su rostro entre sus manos mientras seguía llorando.- Nunca podía hacerle regalos caros, vestirme como él quería, cada vez que quería tener sexo, me negaba, fui una mierda...

-Ay dios, cielo, estas muy confundida, llora si lo necesitas, libera toda la tensión y tristeza que sientas...te explico, cuando una persona te ama, una carta o un chocolate es suficiente, no tenías que regalarle un carro o  algo gucci para que te amara más porque lo material dura un momento pero un sentimiento es un recuerdo para siempre; eres una mujer totalmente libre e independiente el no tenía por qué decirte cómo vestir, si tu lo deseas puedes salir sin brassier o sin pantalón a la calle y nadie tendría que decir nada, el no es nadie para decidir cómo te vistes, el largo de tu falda o el ancho de tu camisa es nada más y nada menos que tu decisión; y por último pero por su puesto no menos importante, nadie Kang Seulgi, nadie, en serio nadie, puede obligarte a tener contacto sexual, permitirle a alguien tocar tu cuerpo es 100% tu decisión, el sexo es consensuado, tienes que sentir placer y felicidad, no angustia ni sentir "Quiero que esto acabe ya".- Joohyun pensó en la última frase que dijo y los ojos se le hicieron agua.

-Joohyun ¿¡Por qué lloras?!- Seulgi se angustió cuando de un momento al otro, su amiga, que hablaba tan firme, estalló en llanto.

𝒍𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒄𝒂𝒓𝒆 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖; 𝒔𝒆𝒖𝒍𝒓𝒆𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora