𝒍𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒄𝒂𝒓𝒆 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖; 𝒔𝒆𝒖𝒍𝒓𝒆𝒏𝒆

XI

Desde aquel incómodo y confuso encuentro con Irene, Kang no podía parar de pensar en ella y de comparar los sentimientos que experimentaba con Minhyuck con los que sentía estando con la mayor. La semana al lado de su novio se volvía larga y pesada para su mente y sentimientos y lo peor era que por donde quisiera escapar se sentía culpable, estaba dañando a su mejor amiga con su amor inconsistente y estaba engañando a su pareja de años con el pensamiento y deseo.

Recostada con la respiración agitada al lado de su pareja, las lágrimas brotaban y brotaban de su cuerpo desconsolado... compartía la cama con alguien que ya no amaba más y no estaba segura de poder seguir fingiendo amar, pero el compromiso era lo que la amarraba a esa relación destructiva ¿O era el miedo? definitivamente no quería ni sabía estar sola y parecía ser el maltrato el alto precio que tenía que pagar por ser amada...

¡Pero si Joohyun la amaba! ¿Cuál era la necesidad de estar ahí entonces? Seulgi estaba tan cegada por los malos años de relación, por las humillaciones, los golpes, los insultos y por todo el odio que se había educado a aceptar como amor, que pensaba que Irene no la amaba realmente o que podía tener otra chica y remplazarla, en realidad se daba cuenta de que lo que la asustaba no era dejar a Lee MinHyuck, lo que la asustaba era aceptar el amor puro y sano de Bae Joohyun.

Mientras trataba de conciliar el sueño en aquella noche fría y triste, fantaseba con estar con Irene, envuelta en sus besos y cálido amor, deseaba sus manos al rededor de su cintura y su delicada barbilla en sus largas manos, sus labios fusionándose y el olor a canela que siempre había en su casa entrando por sus fosas nasales para llenar su corazón con un suspiro. Si conseguía soñar con ella sería lo más bonito en esa semana tan pesada.
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-Buenos días amor.

-Me duele la cabeza, no hables mucho ¿Si?

Suspiró pesadamente ¿Pensaba acaso ser un idiota con ella hasta en su cumpleaños?

-Hoy es mi cumple...

-¿Te aplaudo?- Soltó irónicamente y se metió una aspirina a la boca.

-Solo quería saber si iremos a comer a donde te pedí desde el Lunes.- Se balanceaba nerviosa sobre sus talones.

-Ajá, como quieras.

-¿Puedo?- Empezó a sentirse nerviosa ante la posible reacción violenta de su novio ante su pregunta.- ¿Puedo decirle a Joohyun que nos acompañe?

-¿Tu amiga Sexy? Dile que vaya.- Sonrió ladinamente haciéndola sentir inmensamente incomoda.

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Terminaba de aplicarse la tinta roja en los labios cuando se dio cuenta de que ya iba tarde para encontrarse con Seulgi y ese estorbo que cargaba por novio, tomó su bolso y apagó todo en la habitación sintiendo un vacio al ver la foto de su madre en un costado de la cama... ¡Qué ganas de llorar! Que lástima que hoy no había tiempo

-Al igual que todos los días que su corazón le pedía desahogarse-

Como predijo, al llegar al restaurante, la pareja ya se encontraba ahí y para variar, discutiendo; pero ni si quiera se sentía con energía para juzgar y preocuparse por la situación.

-Hola, disculpen la tardanza, había mucho tráfico.

Kang sintió su corazón paralizarse al ver a Joohyun ahí parada, tan bella, tan radiante y preciosa, le provocaba todos los sentimientos del mundo y sacudía su interior como un huracán el simple hecho de ver a aquella pelinegra existir. Y sonrió ampliamente porque sabía que quería que estuviera ahí.

La comida había llegado e Irene no podía evitar sentirse nerviosa, tenía tanto tiempo que no convivía tan de cerca con un hombre y todo lo que eso conllevaba le ponía los nervios de punta; un hombre para Bae era sin duda una aberración total, LOS DETETESTABA TANTO QUE QUERÍA DEVOLVER EL ESTÓMAGO AL ESTAR CERCA DE UNO; son tan tramposos, sucios, malos, groseros, insensibles, violentos... palabras no eran suficientes para describir el asco y miedo que le provocan. Claro, ella sabía que existían hombres buenos, tenía varios amigos varones homosexuales que entendían muchos temas sensibles, eran amables y tan agradables que te olvidabas de su género, el problema estaba con los malditos hombres heterosexuales, aquellos que habían tomado fotos debajo de su falda, habían hecho chistes de mal gusto acerca de la muerte de su madre, que habían tocado sus pechos en el transporte publico, los que se burlaron de ella en el juzgado por confesar violaciones después de tantos años. Esos eran los hombres, eran los que hasta el día de hoy le repugnaban.

-Voy al tocador un momento.-Mecionó Seulgi corriendo su silla para levantarse y dejar la mesa.

-No tardes, te estoy viendo.- Su estúpido novio le lanzó una mirada amenazadora.

Ahora que Joohyun se había quedado sola con este maldito imbécil solo podían pasar dos cosas antes de que Seulgi regresara, o lo insultaba hasta quedarse sin aliento o explotaba en llanto gracias a los nervios.

Nunca imaginó que había una tercera posibilidad.

Minhyuck ya había fijado su mirada en ella como una presa, esos labios rojos, cabello negro y piernas de ensueño tenían que ser suyas, así que se puso en marcha.

-Y dime Joohyun ¿Tienes novio?

-No y no me interesa.- Contestó seria y sin mirarlo.

-Eres muy bonita como para no tener uno, digo, sin ofender, eres realmente sexy...

La respiración de Bae Joohyun se cortó totalmente en el momento en el que sintió la mano del novio de su amiga acariciar su muslo derecho debajo de la falda que llevaba y empezó a llorar en pánico; sentía que MinHyuck había tomado una cuchilla y había abierto una por una todas sus heridas, y con una sola acción había llenado su mente de recuerdos que la habían perseguido y apuñalado durante más de 15 años. Lo único que pudo hacer fue llorar en silencio y suplicar "Suéltame" pero un No por respuesta no era suficiente para aquel agresor así que intensificó su agarre hasta empezar a dejar una marca en la pierna de Irene.

-Lee Minhyuck ¡Qué carajos haces!- Seulgi exclamó con todas sus fuerzas.
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Hola! 🐻💛🐰💗
¿Qué les pareció el capítulo?
Me estoy esforzando en actualizar más rápido, por favor no dejen de leer el fic :(