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Seúl, Corea : Diciembre/ 2001


Jimin quería salir de aquel lugar lo antes posible, incluso la idea de ir a su departamento solamente a ver televisión y después irse a dormir sonaba mejor que esto.

Estaba con su novio en una reunión junto con sus amigos, Jimin no estaba muy contento con eso, lo que había comenzado con una cita para festejar la llegada de la navidad había terminado con otros 6 idiotas incluidos.
El castaño no había podido salir con su novio desde hace 1 mes, bajo la escusa de que tenía una agenda muy apretada y apenas tenía tiempo de dormír.

Jimin lo había entendido, claro que lo había echo. Lo que no entendía era porque no echó a sus amigos apenas los vio sentarse con total confianza en su mesa, casí rodando los ojos recordó como se habían quejado por el apretado espacio y fueron removidos a una mesa más grande.

Estaba aburrido.

Estresado.

Frustrado.

Molesto.

Y para nada borracho.

-¿Cariño? - la voz de su novio lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Si?

-¿Estás bien? No estás prestando atención a nuestra conversación y te pierdes de puntos importantes para el futuro - dijo el chico de cabellos negros.

-Lo siento - sé disculpó. siendo sincero Jimin pensó que quien debería disculparse por algo debería de ser él, por estarlo ignorando desde que aquellos idiotas llegaron.

-Pues deberías concentrarte, como quieres entrar a la firma de abogados si ni siquiera prestas atención. - esas palabras molestaron al castaño. - estás apunto de terminar la carrera, quiero lo mejor para ti, ¿de acuerdo?

-Lo siento. -dijo de nuevo en voz baja, volvió a fijar su vista hacia la otra sección del restaurante, una que en el pasado llego a frecuentar mucho. - es solo que ... quiero ir a bailar ¿podemos?

Su plan era obvio, sus amigos estaban tan borrachos ahora, que ni siquiera prestaban atención a lo que ellos decían, solamente sus chistes malos y comentarios pervertidos sobre la nueva secretaria que habían contratado fueron los que le recordaron a Jimin que no estaban solos, si lograba sacar a su novio de ahí y llevarlo al bar tal vez correría con algo de suerte por la noche de regreso a su departamento.

Siwon se fijó en la pared de vidrio que dividía la sección tranquila del restaurante con la de aquel lugar que parecía una pista de baile, observando como las parejas bailaban, probablemente la música era tan alta y alegre que de solo pensarlo le provocó una mueca negativa.
Negó levemente mientras llevaba su vaso de whisky a los labios para degustar del sabor.

-No Minnie, eso parece muy vulgar, solo observa como se mueven. -le dijo a su pequeño novio

Jimin frunció las cejas y negó en desacuerdo, él hace 3 años solía venir aquí a bailar con ... sacudió su cabeza borrando el recuerdo de aquella persona. Sin embargo, no podía evitar venir aquí y recordar todo lo vivido durante aquellos años, los mejores años a decir verdad.

Ahora estaba molesto, con el estómago revuelto por haber comido de mala gana y le dolía la cien por el alboroto de el grupito de abogados imbéciles.

Podrían ser los mejores de Seúl, eso no les quitaba lo idiotas.

Jimin suspiro cansado, no debería de ser malagradecido, tenía muchas cosas buenas y positivas gracias a él. El castaño no era muy grande, tenía alrededor de 26 años y ya tenía todo un camino previsto, a punto de graduarse de leyes y tomar un buen puesto en la firma de abogados en el que eran parte su novio y amigos de su novio.

Someone Else |Vmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora