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Había aprendido muy pocas cosas de mi padre pero serle fiel a mi novia no era una de esas. Dicen que los niños imitan lo que hacen los adultos así que las dos mujeres desnudas y dormidas en la cama del motel deben ser un claro ejemplo

Terminé de vestirme y salí de la habitación del motel, el nivel de alcohol en mi cuerpo era alto pero no tanto como para no poder manejar y llegar a salvo al enorme granero al que le llamamos casa. Entré e Irina estaba en la sala, abrazada a mi oso de peluche y dormida

Me acerqué y le besé los labios. Puedo tener muchas mujeres pero solo habrá una que me haga poner el mundo de cabeza. La cargué en mis brazos y caminé hasta nuestra habitación.

Entré y encendí la luz, ella abrió los ojos, miró todo a su alrededor y luego me miró a mí.

—Junior— susurró y le besé la frente

—No debiste esperarme amor— la deposité en la cama y comencé a desnudarme. Aún tenía el cabello mojado de la ducha que me había dado antes de venir y no me dí cuenta del gran error que cometí al quitarme la remera hasta que ví las lágrimas en sus ojos y ya era tarde

—¿Quién es?— sollozó pasando sus hermosos ojos por las marcas de mi cuello y pecho

—Nadie importante, no debes preocuparte. Solo te amo a tí— traté de besarla pero no me dejó

—No quiero verte Clarence— suspiré y asentí

—Dormiré en la sala amor— tomé mi ropa, me volví a vestir y salí de la habitación.

Me tiré en el sillón y una luz me alumbró a la cara, cubrí mis ojos y la luz se apagó. Mi papá se acercó y se tiró en el otro sillón.

—¿Te echaron?— asintió

—¿Y a tí?— asentí y me acomodé para dormir

—Sabe que la engaño, dijo que no quiere verme— le conté y él bufó

—No debes engañarla, tú no eres así, hijo—me dijo y esta vez yo bufé

Otro más que está en mi contra

—No puedo sacarme de la cabeza lo que me dijo la psicóloga y no pienso usar a Irina como objeto sexual para descargarme. Ella no se merece eso— le expliqué

—Tampoco se merece que la engañes—me reprochó

—Mira quien habla, la oficial te tiene cortito— rió por lo bajo

—Ya la echaré, solo espera. Aún no me cansé de ella— murmuró y me dí la vuelta

—Y yo no me desahogué del
todo—

.     .     .

Me desperté al escuchar ruidos pertenecientes a mi habitación. Salí del sillón tratando de no molestar a mi papá que seguía durmiendo y me acerqué a los ruidos. Irina estaba empacando y llorando mientras escuchaba a Billie Elish por la radio.

—Amor no lo hagas, no me dejes—me acerqué y la rodeé con mis brazos —Mi corazón te pertenece a tí Irina— me incliné a su altura y la besé.

Cortó el beso y se limpió la boca—¿Por qué me engañaste?— apartó mis brazos y me miró a los ojos. Sus hermosas gemas no brillaban al verme y las lágrimas no dejaban de resbalarse hasta llegar a la cama

—Necesitaba desahogarme y no puedo hacer eso contigo, a tí quiero hacerte el amor mientras que con las otras solo quiero
sexo— sus mejillas, orejas y naríz estaban muy rojas y sus ojos ya no me miraban

—¿Con cuántas me has engañado?— su voz se quebró en cuanto terminó de decir la última palabra

—Dos— le dije

—Llevas tres noches llegando tarde, no mientas Clarence. Al menos necesito saber la verdad—suspiré, no quería dañarla.

—Seis, dos por cada noche—le confesé. Me dolía esto, no quería que se enterara porque no quería perderla y mucho menos que creyera que no la amo.

—¿Qué hice mal?— lloró en silencio y la abracé y llené de besos.

—Nada, no haz hecho nada malo. Yo soy el que la cagó pero solo iba a ser temporal, te lo prometo. Nada era serio, tú eres la única en mi corazón amor. Debes creerme— me miró a los ojos y acarició mis mejillas, cerré los ojos bajo su tacto y me incliné, quería besarla y que me prometiera que todo iba a estar bien.

—Puedo ser la única en tu corazón pero tú no quieres que sea la única en tu cama ¿Dos por noche? Wow felicidades— aplaudió sin ganas —Eres todo un Don Juan, apuesto a que les haces los mismos estúpidos poemas que a mí y les prometes amor eterno, lleno de mentiras y engaños— me dijo enojada

—No, sabes que no es cierto. Todos mis poemas son tuyos, al igual que mi amor. No le prometo nada a nadie más que a tí Iri por favor amor, no rompamos lo hermoso que tenemos por esta idiotes. No volveré a engañarte— sus ojos viajaron hacia abajo, a su hermosa mano y al anillo que le dí hace unos días.

Se lo quitó y lo dejó en mi mano

—Daselo a alguien que se trague tus promesas— continuó empacando y llorando en silencio.

Miré el anillo y cerré mi mano. Me acerqué a ella y la abracé
—No dejaré que te vayas, esto solo un traspié, Iri estamos juntos no quiero perderte, te amo demasiado— corrí su cabello hacia un solo lado y dejé besos en la espalda abierta de su remera

—No quiero estar con alguien que me engaña Clarence, suéltame por favor. Te fuiste con otras, lo entiendo. Ahora entiéndeme a mí cuando te digo que quiero irme— negué y acaricié sus caderas, la hice girar quedando frente a frente conmigo.

—Nacimos para estar juntos Irina— levantó su mano para acariciar mi rostro pero la bajó antes de que llegara a tocarme arrepintiéndose de su movimiento

—No creo en el destino— me dijo cortante

—Pues yo ahora tampoco pero si creo en el futuro y veo un lugar a mi lado siendo ocupado por tí—le volví a poner el anillo en la mano —Casate conmigo— negó

—Estás loco, no voy a casarme contigo— me dijo

—No digo que ahora, talvez en unos cuantos años pero quiero estar contigo ¿Tú quieres estar conmigo y con Rencin?— me miró con el ceño fruncido y la besé —Rencin es el nombre perfecto para lo que te
pertenece— llevé su mano a mi entrepierna y cerré los ojos volviéndome a acercar a su boca —Desde ahora solo se parará por tí, no es una promesa, es un juramento...

Holiss!!🤩🤩

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Les mando saludos y muchos besos 😍😍😍

Byeeee😘😘😘😘

Byeeee😘😘😘😘

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JuniorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora