Alas. [FarganPlay]

31.

Auron se encontraba en su jardin, recogiendo sus cultivos para sus chocobos, de algo tenía que alimentarlos.

Sus días se hicieron monótonos, no habia nada interesante en ellos, eran lo mismo siempre.

Pero aquel día, su día cualquiera, desapareció.

Escuchó a un caballo, cuando miró al bosque de donde venía el sonido, no podía creer lo que veía, era Fargan.

-¡Auron!- Sí, esa era su voz, su maldita voz que tanto amaba y extrañaba.

Quería ir a su casa y hacer como si eso nunca paso, volver a huir.

-¡Por favor, espera!- Pero la voz casi quebrada de Fargan, le hizo detenerse.

Joder, de verdad odiaba cuando con Fargan se sentía totalmente en sus manos, vulnerable.

El policia se bajo de su caballo y fue corriendo hacia Auron, y sin decir nada, solo se lanzó a abrazarlo.

Auron quería tirarlo lejos, sentia un nudo en la garganta que lo estaba matando, no quería llorar frente a el, pero lo hizo. No quería abrazarlo, pero lo hizo. Se aferró como pudo al cuerpo contrario.

Quería gritarle a Fargan, quería golpearle y decirle un montón de groserías. Pero antes de abrir la boca, Fargan habló.

-Fuí un idiota, Auron.-

Aquellas palabras, por más tontas y simples que parecieran, eran perfectas para el psicólogo.

-Sí, eso eres.-

-No, espera, déjame terminar, tú ya has hablado demasiado.-

-¿De qué hablas?...-

-Te amo. Yo... joder, no planeaba decir esto de esta manera en un lugar tan poco romántico como este pero... maldita sea, Auron. Sentía que te escapaste de mis manos... sentía que te perdería, no quería perderte.-

Fargan se separo del abrazo y tomó las manos contrarias.

-Nunca estuve con Dulce o Willy o Alexby, yo solo... quería probar si te ponías celoso, pero... fue estúpido, ¿verdad? Tenía miedo de que no sintieras lo mismo... ¡Entonces desapareciste! Pensé que podía respetar tu vida, tu espacio, pero joder, Auron, no paré de buscarte, apenas cerraba los ojos solo te veía a tí. No quería dejarte ir, no podía... y cuando estaba perdiendo la esperanza...-

Fargan sacó de entre sus cosas, el diario de Auron.

-Encontré esto. Lo último escrito parecía reciente, así que suponía que estaba muy cerca de encontrarte... y entonces aquí estás, tan hermoso como siempre, sentí que te perdía, yo... debí pensar en cómo te afectaría y...-

Fargan no pudo hablar más, pues Auron lo tomó del cuello de su camisa de policia y lo acercó para besarle.

El policia soltó el diario y rodeó con sus brazos la cintura contraria, no planeaba soltarle, no tenía ganas de verlo irse otra vez.

Tuvieron que separarse por falta de aire, pero sino fuese por ello, seguirían en aquel beso que de ser uno tierno, se hizo uno intenso.

-Joder, Auron, me vuelves loco...-

-¿Porqué tardaste tanto en darte cuenta? Eres un cerdo lento, Fargan.-

-Lo sé... Pensé que podía respetar tu espacio de verdad, pero... me dí cuenta que te quiero encerrar solo para mí.-

-¿Puedo hacer lo mismo? ¿Encerrarte solo para mí, en mi corazón, Fargan?-

-Estas alas que tengo son solo tuyas, y volaran solo hacia tí.-

Nuevamente se besaron. Se abrazaban con la necesidad del otro.

No planeaban soltarse pronto.

Y no planeaban perder al otro otra vez.

Fin.