Dear Friend || YoonKook

16. Entrada: SUGA | 4#

Mientras jugaba en una cancha cercana a la zona donde vivo pasó algo extraño (aparte de que perdí el juego porque alguien me lanzo a la mierda, maldita baja estatura). Me encontré con Taehyung y Hoseok. Fue repentino y sin ningún motivo pues ellos admitieron que no tenían nada que hacer ahí. Les ofrecí unirse a mi equipo a ver si ganaba por una vez a la cuerda de tramposos de la zona. De la nada Jin apareció y se fueron con el hacia el infinito y más allá.

Lo que no entiendo es que hacen con el entrenador de porrismo y profesor de teatro si literalmente no tiene nada que ver con ellos. Parecían un par de perritos agitando la cola y permaneciendo pegados a una perra en celo. Le conté a Jungkook y me mintió diciendo que no sabe que está sucediendo allí.

¿Por qué los profesores tienen que ser tan extraños en este colegio? Es sin duda lo que yo necesito saber, debe ser lo que pasa cuando contratan gente excéntrica.

16. Vistazo a lo raro

—Cálmate pulga, no tenemos la culpa de que no puedas jugar.

—El problema es que tú no sabes jugar hijo de puta.

La discusión continua mientras se soba el hombro. Lo empujaron hacia una pared y bien aún está resentido. Claro, acostumbra juegos así de bruscos, pero no por ello deja de quejarse de ellos. Es un maldito fastidio. Es el más bajito de los presentes y si no fuera porque lo mandaron a volar de un embiste, lo más seguro es que habría ganado y su equipo también.

Para peor, dos tuvieron que irse y ahora falta gente. Se limpia el sudor con la camisa y gira la cabeza, centrando a un par de personas recostadas de la vieja cerca de la cancha, rebota el balón mientras los demás siguen discutiendo.

—Hey.

— ¡YOONGI!

Saluda parco a Taehyung y Hoseok, ambos van usando ropa casual. Hoseok siendo un enorme bulto de alegría con ropa en tonos más chillones, pero bien combinados y Taehyung con un aspecto que lo hace pensar a que intenta ser un Idol. Su ropa luce carísima. Tiene porte de modelo aun sin proponérselo.

— ¿Qué hacen aquí? Está lejos de sus casas.

—Nada, estar aquí paraditos esperando que nos lleve el viento. —silba Hoseok, empieza a rebotar el balón. Esa explicación no le hace mucho sentido.

—Eso es raro ¿Tan tarde? —Deben ser las seis de la noche ya y de no ser porque está a veinte minutos de casa no lo hubieran dejado venir. Taehyung mete las manos en sus bolsillos y ladea la cabeza. El cabello le crece muy rápido, por lo que, a pesar de mantener el color marrón y las mechas verdes, se risa y le cae por las orejas y debe quitarlo de su cara.

—Nos vienen a recoger. No te preocupes por eso. —Pone el balón bajo su brazo con los labios fruncidos. Si eso dice.

— ¿Juegan mientras esperan? Me faltan dos jugadores.

— ¿Y sudar esta ropa? ¿Estás loco?

Tuvo que jugar con la falta de jugadores, pero al menos pudo ganar. En todo el tiempo que duró l partido –no muy largo-, Hoseok y Taehyung estuvieron ahí esperando. Cuando les iba a ofrecer ir a comprar algo de comer –un helado o lo que fuese-, una camioneta paró justo frente a ellos. Taehyung dio un par de brincos y del auto bajó Jin.

No sabe que estaban hablando, solo que el par lucía más que anonadado y perdido por lo que el modelo decía. Tan extravagante que parece estar desfilando la ropa que lleva. Poco después subieron al auto tal como Jin les indició.