Capitulo 32

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‼️Capítulos finales.‼️

-¿No crees que ya te he dado muchas? – los ojos de Rosé se inundaron en lágrimas. – ya no puedo mas JungKook...

-No te vayas. – se apretó los labios, mientras hacía puños las manos. – te necesito... te necesito Rosé... – la miró a los ojos, ella también lo hizo. – lo siento... - murmuró, ahora con la cabeza gacha. – no quería decepcionarte más... joder yo...yo no quería perderte mi amor. – levantó el rostro, topándose con el de ella. Rosé estuvo apunto de comerse sus labios, de mojarlos con los suyos, de mezclarlos con las lágrimas que brotaban ahora de sus ojos... pero en vez de eso... desistió.

-Tengo que irme. – le dijo.

-Escúchame... - le rogó Justin.

-No, te he dicho que esto se acabó...

-No... no... por favor... - JungKook buscó su mirada, haciendo que ella no tuviera más opción que mirarlo. – perdóname... no quiero Rosé , no quiero perderte... no quiero dejarte ir... no así.

Volvió a bajar la cabeza. ¿Antes se había sentido así? No, nunca. Eso explicaba muchas cosas. Era la primera vez que lloraba por amor. Porque le dolía en verdad. Porque sentía que debía desahogar su jodida pena en varias gotas de agua salada que lo harían sentir bien. Porque no había peor castigo que perder a la única persona que no lo había juzgado al conocerlo.

-Te amo. – y lloró. Frente a sus ojos. Las lágrimas cayeron. Sus labios se mojaron al igual que sus mejillas. Su mentón quedó empapado. Su lengua por fin pudo probar el sabor de sus propias lágrimas. Y siguió llorando. Y Rosé con él. – te amo mi amor... - dijo debilitado. Podía morir en ese entonces y no le importaría. Ahora entendía que su castigo era ese. Que el destino lo había hecho salvarse tantas veces de una prisión o cosas parecidas, por que sabía que algo peor vendría luego. Alguien que lo enamoraría hasta los huesos y que tendría que perder por sus propios actos...

Sintió que moría por dentro. Que se desvanecía sin fuerza alguna. Hasta que de pronto sintió las tibias manos de Rosé limpiarme las lágrimas.

Lo besó. Los labios. Las mejillas. La nariz. Y él se dejó besar. Como un bebé. Como un niño que acababan de perdonar, o al menos eso creía. Pero ella no dijo ninguna palabra. Nada. Solo siguió besándolo hasta llegar a levantarle la camiseta y tocar su remarcado abdomen. Una erección se formó entre los pantalones de JungKook. Él la cogió de la cintura. La acarició. Abrazándola de ella y cargándola ligeramente. Sentía una ligera calentura que se paseaba por su cuerpo al sentir las manos de Rosé sobre su piel, acariciándola, tocándolo como solía hacerlo... la besó de nuevo. Y cargándola llegó hasta el filo de la cama, cerrando la puerta de la habitación con sus pies.
La acostó. Ella lo miró. Observó su erección. Grande... tan colosal como siempre, no le sorprendía... pensar que la había tenido entre los labios... sus braguitas también estaban mojadas. JungKook podía percibirlo. La conocía tan bien. De pies a cabeza. Cada centímetro de su cuerpo. Cada olor de su anatomía.

-Te amo... - le repitió. Desnudándola con facilidad. Ella se dejó hacer. Cerrando los ojos débilmente mientras JungKook la tocaba toda. De pies a cabeza. Dejándola sin ropa para él. Para que pudiera penetrarla como quería. Ella hizo lo mismo. Disfrutando de cada segundo de aquel magnífico cuerpo - ¿estás bien? – preguntó JungKook, ya teniéndola desnuda bajo su cuerpo también desnudo.

-Sí... - susurró ella por fin. Y no habló más. No habló más por que se pondría a llorar. JungKook se introdujo en su boca de nuevo, esta vez invadiéndola con su húmeda lengua. Rosé se estremeció. Sintió el glande de JungKook rozar su entrada. Apretó los labios. JungKook la paseó de arriba hacia abajo, produciéndole ganas de más, haciéndola extasiarse al punto de coger sus nalgas y apretarlas para que pudiera penetrarla de una vez por todas.

-¿Quieres hacer esto? – le preguntó de nuevo. Y es que la conocía tanto que podía percibir que algo le sucedía. Que algo no andaba del todo correcto.

-Sí. - Rosé le apretó el rostro con las manos, le besó la boca tan desesperadamente que hasta el mismo JungKook se sorprendió. – hazlo... lo necesito...

JungKook sintió que parte de las cosas volvían a ser como antes.

-También lo necesito... - admitió él. Fijando sus labios sobre el cuello de Rosé, los presionó, ella soltó un ligero gemido. – te necesito a ti junto a mí siempre... toda la vida... - entrelazó una mano con la de ella. Rosé le abrazó la espalda con la otra mano, presionándolo, haciendo que sus senos se apretaran sobre su torso...JungKook gimió involuntariamente. Rosé conocía cada cosa que lo hacía enloquecer. Era perfecta. – perdóname por no ser la persona indicada para ti y... – susurró ahora. Rosé solo reflejó sus ojos sobre los de él. – por ser la persona que más te ame en este puto mundo...

JungKook le apretó las caderas con las manos. Las bajó llegando a los muslos de sus piernas, las cogió y las abrió ligeramente. La observó. Diosa. Preciosa y de él... de pronto, su pene se hundió entre su feminidad haciéndola gemir repentinamente.

Rosé contrajo las caderas. Cerró los ojos con fuerza. Y aunque todo parecía normal... algo no andaba bien.

SECRETS   🐰•|RK|•🌹. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora