De noche. ¿Y donde estaba JungKook? ¿Por qué ni siquiera la había llamado? Joder... y le había prometido que no se preocuparía. Que estaría bien hasta que este llegara. Pero no podía consigo misma. Necesitaba verlo y saber que estaba bien. Que todo había resultado bien.-¿Quieres uno? – Chas le ofreció un cigarrillo. Rosé negó con la cabeza.
-No, gracias. – respondió ella. - ¿Taehyung te ha llamado? – le preguntó A una adormilada Lisa.
-No... - contestó ella, preocupada.
-¿Y si les pasó algo?-pregunto Rosé nerviosa.
-JungKook es un hueso duro de roer, haría falta todo un ejército militar para que a ese le pasara algo. – inquirió Chas. – al igual que Taehyung.
Aunque ni siquiera eso pudo controlar los nervios de Rosé y de Lisa. La verdad es ni Chas ni Alex sabían lo que había pasado con ella y por qué es que JungKook y Tae habían salido. Lisa se puso de pie.
-¿Te molesta si ocupo el cuarto de JungKook unos minutos? Joder... estoy muerta del sueño.
-No hay problema. – le respondió Rosé, con una bonita sonrisa. Lisa desapareció en dirección al pasillo de habitaciones.
-Está buena. – sonrió Alex.
-No tanto... - se quejó Chas.
-Ya van de nuevo, par de puercos.-dijo Rosé rodando los ojos.
-¿Puercos, nena? Es solo una opinión. Si supieras lo que dice JungKook... -dijo Alex.
Rosé blanqueó los ojos de nuevo.
-Tengo que salir. - Rosé se puso de pie, las miradas de aquellos dos hombres se centraron en ella esta vez.
-¿A dónde vas? – preguntó Chas.
-No sé... he estado todo el día aquí... solo quiero distraerme.
-¿Te has molestado? – sonrió Alex. – me gustan las chicas así...
-Que te den. - Rosé le mostró el dedo medio, apunto de abrir la puerta principal.
Alex se volvió a reír, esta vez observando sin discreción el bonito culo de Rosé.
-¿Quieres que te acompañe? – le preguntó Chas.
-No te preocupes. – abrió y cerró la puerta, caminando lo más rápido que podía, alejándose de la casa de JungKook.
***
-Contéstame... contéstame por favor... - susurró contra el micrófono del teléfono. Pero nadie respondía en la otra línea. – joder JungKook. – se quejó. Siguió marcando su número, una y otra vez. Hasta que por fin alguien le respondió.
-¿Rosé?
A Rosé le dio un regocijo en el corazón. Estaba muy preocupada por él, pero no era momento de demostrárselo.
-Mi amor, perdóname...
-Solo llamé para saber si estabas bien. Aparécete a la hora que se te de la gana. – intentó colgar, pero la voz de JungKook se lo interrumpió.
-No, no mi vida... por favor escúchame...
-¿Qué te escuche? Me dijiste que no demorarías más que unas horas, y ya casi va a ser otro día. – le reprochó. - ¿piensas que me la estoy pasando de puta madre con tus inigualables amigos aquí?
-¿Te han hecho algo?- pregunto preocupado.
-Respóndeme.
-No. Ya sé que no. Pero te pedí tiempo.
-¿Y cuanto quieres? ¿un mes? Has lo que quieras, pero una estúpida llamada tuya hubiera bastado.
-Estoy regresando a Kingston, he tenido que viajar y no he tenido señal para llamarte.
-¿Viajar?
-Si tan solo me dejaras hablar...
-Ya. - Rosé se calló por un momento.
-Te lo contaré todo cuando este haya contigo ¿sí? pero por favor no estés molesta bonita...
-¿Qué no este molesta, JungKook? No te importo ni siquiera un poco que me esté muriendo de preocupación por ti. Nunca te importo en lo absoluto...
-Me importas. Lo sabes. Sabes que todo lo hago por ti, sabes que yo... te amo...
Se hizo un silencio entre los dos.
Rosé deseó tanto tenerlo entre sus brazos ahora mismo. Besarlo.
-¿Estás bien? – le preguntó él.
Rosé se demoró en responderle. De verdad necesitaba tenerlo ahí con ella. De pronto, algunos pasos se escucharon tras ella. Que callesita en la que se encontraba. Tragó saliva, pero no quiso alarmar a JungKook, así que decidió ponerse de pie de aquella banca en la que se encontraba y caminar en dirección a casa de él.
-Sí ¿por qué? – siguió ella. Caminó lo más rápido posible. Sin mirar atrás. Pero mientras más caminaba, más cerca se escuchaban los pasos. Mierda, alguien la estaba siguiendo.
-No lo sé, siento que debía preguntártelo.-
Rosé no habló esta vez.-¿Estás ahí? – preguntó él. En ese momento Taehyung volteó, desde su asiento copiloto, la mirada hacia JungKook que se encontraba manejando.
Rosé corría. Corría lo más rápido que podía. Los pasos se hacían más fuertes. Tenía el celular en la mano, JungKook aún estaba al otro lado de la línea...
-Joder, respóndeme... - le pidió él. Y escuchaba su respiración agitada. Estaba corriendo. – algo le pasa... - le dijo a Tae.
++++
- ¡JUNG... - alguien tapó sus labios con brutalidad. Ella intentó zafarse, pero unos brazos fuertes la atraparon por detrás. No podía ni siquiera moverse por la enorme fuerza que la encerraba. Empezó a gemir, a llorar, a hacer algo para que alguien pudiera escucharla. Intentó morder la mano de aquel hombre que trataba de asfixiarla, pero al hacerlo... recibió un enorme golpe en el rostro, haciéndola quedar inconsciente.
El celular cayó tendido en el suelo.
++++
-Rosé ... - susurró JungKook, aún con una pequeña esperanza de que ella pudiera contestar. – respóndeme... - tragó saliva. – respóndeme y dime que estás bien... Por favor... -pero no escucho respuesta alguna- MIERDA!!!-Gritó llamando de nuevo la atención de Taehyung.
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SECRETS 🐰•|RK|•🌹. #2
Fiksi RemajaÉl jamás tuvo una vida normal. Ella lo sabe. Él jamás fue un tipo tranquilo. Ella lo acepta. Él, como todos, también tiene secretos. Y ella...¿estará lista para ellos?