Where the sun don't ever shine

Vijf

NdA: decidí incluir un "plano" de la casa Sharp. Mi profesor de dibujo técnico de 3er año me cagaría a puteadas por la caligrafía, pero en fin.

-Necesitamos tu ayuda...

Las palabras de Sam se repetían una y otra vez en la cabeza de Lucy mientras entraba en su casa. Ya en su habitación, y cerciorándose de que no hubiera nadie cerca, sacó de su mochila el objeto que Sam le había dado, una grabadora parecida a las que Lisa solía usar. Ella le había explicado que la habían probado para ver que tanto alcance tenía, si se podía grabar a través de ropa, etc. Resulta que, en caso de grabar desde un bolsillo, la grabadora era incapaz de captar sonido alguno sin que el roce de ropa interfiera. Sin embargo, se podía solucionar acoplando un pequeño micrófono al aparato. ¿El problema con eso? El micrófono no tenía que estar obstruido por ropa. Además, tenía que estar conectado mediante un cable medianamente visible, lo que la delataría. Tenía que pensar en una solución cuanto antes...

Mientras tanto, en la casa Sharp:

Lincoln se encontraba leyendo cuando Sam y su madre llegaron a la casa. Interrumpió su actividad y se dirigió a recibirlas. La mayor estaba normal, pero Sam parecía algo enojada.
-¿Y? ¿Cómo te fue? -preguntó a Sam luego de saludar a ambas.
-Eh, bien. -se encogió de hombros- Le di la grabadora, le expliqué como funcionaba y todo. -hizo una pausa- También me contó un par de cosas acerca de como van las cosas en la casa...
-¿Cosas buenas o malas? -preguntó, con la esperanza de que al menos alguien haya mostrado remordimiento.
Sam negó con la cabeza y comenzó a caminar hasta su habitación.
-Bueno... ¿que hicieron entonces?
La rubia no contestó, solo se limitó a tirarse en su cama, aún con mala cara.
Lincoln la siguió mirando, esperando una respuesta. Sam noto esto y se tomó el puente de la nariz, suspirando en el proceso.
-¿Para qué quieres saber? Son solo malas noticias, no te aportarán nada.
-Sam... -ella volvió a girar hacia él, viendo que se encontraba haciendo puchero.
-Serás... maldita sea, sabes que esos pucheros me pueden.

Era verdad, pese a haber pasado menos de una semana juntos, Lincoln había aprendido que esa era su debilidad.

-¡Bien, ya basta! Quemaron tus cosas y la casa es un caos. ¿Feliz? -Sam lo miró, su cara mostrando un evidente estado de sorpresa, para luego dar lugar a tristeza- No, por supuesto que no estás feliz, vente aquí.

Dicho esto, Sam le abrazó. Lincoln correspondió momentos después, triste, pero no abatido. Ya se había hecho una idea de que no volvería a ver sus cosas, pero ese método era un tanto... extremo. Salió de sus pensamientos al sentir un par de labios apretarse contra su frente, depositar un beso allí y luego retirarse. Luego de esa acción, Sam lo volvió a envolver en el abrazo, pero sujetándolo más fuerte.

-Tu tranquilo, ya sacaremos a Lucy de ese infierno, solo necesitamos algo de tiempo.
-S-si, cuanto antes mejor, ¿verdad?
Ella solo asintió y se frotó los ojos.
-Verga, en serio no me imagino que hubiera hecho en tu lugar... bah, si me imagino, la habría liado y estaría muerta en el bosque, ja. -Sam se quedó callada unos segundos- Sep, mejor no hablemos de eso. Agarra tu pijama y vete a cambiar al baño, que seguro que ya dentro de un rato estará lista la comida.

Lincoln solo se levantó e hizo lo que le dijo, ahorrando algo de tiempo gracias a no haberse cambiado la parte superior de la ropa luego de levantarse. Oh si, el hombre del plan también era Mr. eficiente.
Salió del baño y se dirigió hacia la habitación. Abrió la puerta y dio un paso hacia adentro, para luego quedarse congelado unos momentos. Retrocedió un paso y cerró la puerta lentamente, para luego apoyar la oreja e intentar escuchar la conversación entre madre e hija. Le fue complicado ya que estaban hablando bastante bajo. Sam dijo algo con "amigo" o "amiga", la madre dijo un par de palabras mas y terminó con algo que sonó muy a "cerca". ¿Cercano? ¿Cercanía?

Sam solo asintió.
-Entonces, lo consideras un amigo cercano y pese a haberlo comenzado a conocer bien hace menos de una semana, cuando lo ves te lo quieres comer a besos.
-No me gusta ni nada, pero es simplemente muy tierno... -dijo, sonrojándose un poco en el proceso- en parte, me recuerda a un conejo blanco, así con sus dientes jej.
La madre asintió.
-Mira, tómate un tiempo, piénsalo y al final todo encajará.
-Ese... es un buen consejo, gracias. Me espera alguna estupidez con connotación sexual, o...
-Oh, ¿quieres una? -dijo interrumpiéndola- Al final encajará su...
Sam se apuró a taparle la boca.
-Estaba bien así, muchas gracias.
La madre quitó la mano de su hija, riendo desaforadamente.
-Jajaja, ay, jajajaj, de nada jeje.
-Solo vete...

La madre, aún riéndose, se acercó a la puerta y la abrió, haciendo que cierto albino que se encontraba intentando escuchar la conversación cayera de cara contra el piso. La madre paró de reír. Miró a Lincoln y luego a Sam, que se puso pálida, luego roja. Al final no se pudo contener más y estalló en carcajadas, retirándose de la habitación y cerrando la puerta atrás suyo. Ambos menores de edad se miraron entre si.

-¿Que tanto escuchaste? -preguntó, esperanzada de haber hablado lo suficientemente bajo.
-Todo. -mintió instintivamente, costumbre adquirida gracias a sus hermanas.
Sam suspiró y se cubrió la cara con smbas manos. Por unos segundos se mantuvo así en silencio.
-Supongo... supongo que te debo una explicación. Em, estaba hablando con mi jefa porque tengo la cabeza hecha un lío con todo esto. -lo miró e hizo una pausa- Lo siento, es que eres muy tierno...
Sam apretó y jugueteó un poco con las mejillas del albino, que se encontraba sorprendido ante tal confesión.
-Seh, creo que me gustas un poco. Palabra clave: creo, no te ilusiones pequeñín jaj.
Lincoln se quedó estático ante la revelación. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Sam se levantó y se retiró de la habitación.

Lincoln se quedó congelado por varios segundos, hasta que logró articular una sola frase.
-I have several questions...

Un rato después:

-¡Chicos! ¡Está lista la comida!
Lincoln salió de la habitación en lo que Sam entraba a la casa desde el patio. Evitó mirarla, sabiendo que ella hacía lo mismo con él. Esa suerte de tensión entre ambos continuó durante la cena, que fue silenciosa y rápida. Eso no pasó desapercibido por la madre, que luego de que él terminase de lavar los trastes se lo llevó aparte para tener una pequeña conversación.

-Entonces... voy a asumir que escuchaste la mayoría de la conversación que tuve con Sam.
Lincoln decidió ser honesto en esta ocasión.
-Pues... en realidad no, pero le dije a ella que si. Lo siento señora Sharp.
-Primero que nada, ya te dije que me digas Mel. Segundo, no pasa nada, quédate tranquilo. ¿Qué te dijo ella?
-Algo así como que creía que le gustaba un poco. Es que no se...
Melissa lo miró, intrigada.
-¿Exactamente qué es lo que no sabes?
-No sé cómo sentirme, o cómo me siento con eso. Es... ¿raro? Si, me resulta raro.
-Mira, -dijo suavemente- te diré el mismo consejo que le di a ella: ve por ello. Cuanto más lo pienses más dudarás.
Lincoln asintió y se dirigió hacia la habitación.
Melissa sonrió por dentro. Sabía que no estaba bien mentirle, pero era para ayudar a cobrar impulso a algo que venía moviendo de antes. Además, aunque no lo quisiera admitir, si fuera mayor, Sam se tendría que acostumbrar a llamarlo papá. Se rió ante su propia ocurrencia.

Sam estaba tirada en su cama. Todo rastro de confianza en si misma había desaparecido, dejándola en un mar de dudas acerca de si había dicho lo correcto. Se dió cuenta que lo que el pequeño albino pudiera pensar de ella en ese momento le afectaba más de lo que pensaba. Escuchó que alguien tocaba la puerta.
-¿Ma?
-Uh... no. Soy yo. ¿Puedo pasar?

En otro lado:

-... comienzo a pensar que cometimos un grave error, y sé que tú estás de acuerdo conmigo en ello.

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Doble cliffhanger y capítulo corto. Demándenme.

Btw, que grande la madre haciendo las veces de casamentera, ¿no? Pa vos Carloszombie4 , que preguntabas si esto era un Samcoln xD.