Lullaby | Ray - The Promised Neverland

N

"So hold me tight one more time"

Noche buena siempre había sido una de las festividades favoritas de Isabel, sino es que realmente la favorita. Estar rodeada de las personas que mas quería en el mundo, la hacia sentir muy contenta y llena de una calidez que deseaba poder compartir con su nuevo amigo.

Todo el día la pasó con una sonrisa en el rostro y cada vez que no estaba ayudando a sus padres o abuelos, pensaba en Ray y en lo que estaría haciendo en esos momentos. De todo corazón deseaba que la estuviera pasando de lo mejor con su mamá.

Cuando dieron las doce, los padres de Isabel le mandaron a dormir y ella no se fue sin antes mencionarles el lugar en el que su amigo residía, claramente, omitiendo esa información.

La mañana llegó, la pequeña de orbes violetas despertó temprano para poder abrir sus regalos y eso hizo aunque guardo uno para poder entregarlo a su dueño.

Corría por entre los arboles para llegar al punto de encuentro pero al llegar no encontró a su amigo. Se dispuso a esperarlo durante unos momentos pero tras pasar dos horas, se dio cuenta de que no llegaría.

Con esa llevaría cuatro noches sin aparecerse.

Trato de ser positiva pensando en que tal vez estaba pasando mas tiempo con su mamá. Eso le saco una sonrisa. Se dirigió a su hogar pues comenzaba a sentir los ojos pesados.

Isabel caminaba muy metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de Ray por lo que este, decidió asustarla para sacarla de ahí.  Subió al árbol donde su amiga se encontraba descansando y la asustó.

— ¡Ray! No vuelvas a hacer eso — gritó la niña

— perdón pero estabas dentro de tus pensamientos que no me viste cuando pasaste a mi lado.

— en ese caso, la que debe pedir disculpas soy yo.

— no te preocupes por eso — Ray se sentó a un lado de su amiga

— ¿Te paso algo? Es que no apareciste durante estas cinco noches y por eso no pude darte esto. — Isabel le tendió una caja de chocolates a su amigo. — Feliz navidad. No se si sigan en buenas condiciones.

— Gracias. En verdad gracias Isabel.

— no hay nada que agradecer.

— Dame la mano. — Isabel muy confundida se la tendió. Ray depósito en ella un brazalete. — no pude darte nada por navidad, pero mi mejor amiga Emma me enseñó a hacerla y la hice para ti. Lo siento si no es un regalo tan espectacular como el tuyo pero lo hice con mucho cariño.

Isabel se estaba conteniendo las lágrimas.

— No, no, no. Es el mejor regalo de navidad que he tenido. Muchas gracias por acordarte de mi, Ray. — La pelo-naranja se lanzó a su amigo para abrazarlo. Sin querer, Isabel quitó la bufanda que rodeaba el cuello de su amigo. — ¡Ray! Pero ¿Que te paso?

Isabel se encontraba conmocionada al ver moretes.

¿Quien se había atrevido a hacer semejante acto de crueldad?

El pequeño le dio la espalda pero Isabel insistió

— Ray, por favor responde.

Ray tan solo pudo regresar y echarse a llorar en los brazos de su amiga quien, al hacer contacto con él, no pudo evitar llorar también.

— vamos Ray, somos amigos y puedes contarme todo.— el morocho negó

— si te cuento te alejaras de mi — Su voz salió entrecortada y el corazón de Isabel se estrujaba. Pasó un rato en donde el único sonido que rompía el silencio eran los hipos de ambos y cuando Isabel su hubo calmado un poco, decidió cambiar de tema.

— Mejor cuentame, ¿como te fue con tu mamá?

El llanto aumento pero ¿por qué? ¿Qué había sucedido para que su amigo se encontrara de esa manera?

— Por favor, respóndeme

— Mama no hizo nada para defenderme — su voz salió temblorosa — Todo estaba bien cuando eramos nosotros dos, solos, sin nadie de por medio. ¡lo odio! Lo odio tanto y también la odio a ella.

Isabel no entendía lo que sucedió ¿A quien se refería con él? Al parecer alguien mas se agregaba a la lista de incógnitas que tenía y que esperaba su amigo le diera respuesta.

— Debo irme. 

— espera aun... — La pequeña dejo las palabras al aire pues su amigo salió corriendo.

¿que era lo que pasaba?