𝗌𝗂𝗑𝗍𝖾𝖾𝗇 | 𝟭𝟲

1.9K 270 303
                                    

La cosa se va a poner buena...

Felix y Seungmin no se habían despegado desde que el menor de los Bang había llegado.

Habían estado platicando, comiendo, jugando y obviamente, riéndose como retrasados.

Pero lo que no sabían es que un gnomo que al parecer le habían salido los danoninos defectuosos y un poste que por suerte le habían tocado todos los danoninos premiados, los observaban desde la otra esquina de la mesa.

Podías ver el ceño fruncido de ambos a distancia, uno de ellos celoso hasta la punta del dedo chiquito del pie.

¿Desde cuando eran tan cercanos? ¡Literalmente lo había conocido hace unos meses! Ni siquiera medio año y ya tenían ese tipo de confianza.

Tantos años enamorado del chico de pecas que en parte, ya estaba cansado de que el menor solo lo reconociera como el mejor amigo de su hermano.

Pero era imposible de olvidar lo sentimentos que cada día crecían sin que el se diera cuenta.

Oh. Y cada vez que lo intentaba llegaba el menor con sus ojos alegres y hermosa personalidad a revolverle el estómago y enamorarlo aún más.

¿Que haría con este sentimiento?

Tal vez se los lleve a la tumba.

[🖇]

Por otro lado, literalmente al lado, se encontraba Hyunjin.

Quien lo diría, el niño lindo y mimado, que lo obtiene todo, preguntándose, porque diablos su mejor amigo estaba tan pegado al chico de sensual trasero.

Vamos, tenía que admitir que a su perspectiva su trasero no era tan plano. Era un poco difícil despegar sus ojos de las largas y bonitas piernas de Kim.

Discúlpenlo, son las hormonas.

No sabía concretamente lo que sentía, Félix lo había abandonado por aquel chico.

Que por cierto aún no podía mirarlo a los ojos o incluso a la cara, porque imaginaba cosas un tanto... fuera de lugar.

Discúlpenlo, son las hormonas X2

Pero tampoco le hacía mal conseguir el número del chico lindo.

[🖇]

-¡Oh por Dios! Que ternura eres~

-Da bafta, Dyungg!

-¿Que dijiste?

-Di ufte sholtara mis mejishas entendería.

-Perdón, es que tus mejillas son tan suavecitas y lindas, pero que coshita más linda, un bebé.

Y bueno, Minho había quedado completamente hechizado por el pequeño Jeongin y sus esponjosas mejillas.

Claro, alguien en el fondo pensaba que sus mejillas eran mucho mejores y mucho más esponjosas.

Todos los hombres son iguales.

¡chan no apagues el internet!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora