[3] cicatrices y peleas

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Sólo a mi tía se le podía ocurrir hacer una limpieza de la casa un domingo por la mañana, sólo a ella.
James y yo estábamos llevando un mueble algo pesado hasta el salón, cuando de pronto rompió el perfecto silencio del que gozábamos, al menos en mi caso.
- oye... ¿cómo te hiciste eso? - preguntó mirando mis muñecas marcadas. No respondí y me limité a seguir andando.
- aquí está bien - dije y soltamos la mesa. No esperé ni medio segundo antes de salir de allí.

Ok sí, me cortaba, lo admito... y odio recordarlo, odio pensar en la importancia que llegué a darle a alguien para quien nunca signifiqué nada. Fui débil y tonta, yo no era la primera ni sería la última a la que algún capullo sin corazón utilizaría y luego tiraría como si de un pañuelo se tratase.
No me di cuenta de cuando llegué al jardín pero me quedé ahí mirando a la nada, recordando la promesa que me hice a mí misma.
- lo siento - dijo una voz sacándome de mis divagaciones, me giré encontrándome con los iris de James y luego desvié la mirada para volver a fijarla en un punto fijo en el cielo. - yo... no debí preguntar... seguramente habrás tenido tus razones para... -
- Basta... - le interrumpí aún sin mirarle - no hagas eso -
- ¿hacer qué? - inquirió desconcertado
- No te compadezcas de mí, mis razones no fueron ni buenas ni justificables... era joven y tonta y... cobarde - dije, más para mí que para él pero aún así lo había dicho.
- yo... lo siento mucho, Hope - volvió a decir y fue cuando por fin le miré a la cara.
- No hace falta, tú sólo... olvídalo... olvídame ¿sí? - añadí y un silencio se formó en el ambiente. Poco después Shean vino a llamarnos y entramos para seguir con la limpieza.
Dos horas después acabamos y por fin pude subir a mi cuarto para darme una ducha y descansar todo lo que quisiera.

Narra Shean

James y yo nos encontrábamos frente al cuarto de Hope, él tenía un plan para animarle el día y yo la certeza de que nos mataría por esto.
Llamé a la puerta y un minuto después se oyó un adelante así que entramos.
- ¿Qué queréis? - dijo la pelinegra observándonos desde su cama. Miré a mi amigo, se supone que es su plan que hable él. - ¿y bien...? - inquirió ella.
- pues... ¿Shean? Díselo - dijo él. Pero cómo se atrevía a pasarme el marrón a mí.
- noooo, tú lo haces mejor - dije igual
- pero tú eres su primo - volvió a decir
- ya, pero es tu plan... - inquirí
- ¿alguien va a decirme algo o no? - habló la chica en su característico tono neutral. - estoy esperando -
- Hipotéticamente... si dos apuestos jóvenes quisiesen llevarte... no sé, a una fiesta en la playa ¿qué dirías? - dijo James de corrido y ella nos observó incrédula
- pues que ni en mis peores pesadillas... - dijo ella
- ooh, me lo temía... y lo sentimos mucho - hablé yo esta vez
- ¿por...? - dijo desconfiada
- por esto... - musité y me eché sobre ella pasa cargarla sobre mi hombro.
- PERO QUÉ... SHEAN BAJAME - chilló mientras salíamos de su cuarto - TE LO ADVIERTO... SHEAN ALEXANDER SÚLIVAN BAJAME AHORA MISMO -
pasamos por el salón y mamá se nos quedó mirando atónita.
- sólo vamos a dar una vuelta... estaremos aquí para cenar - tranquilicé a mi madre y salí de la casa con mi prima aún forcejeando sobre mi hombro.
- OS MATARÉ ¿HABEIS OIDO? SOIS HOMBRES MUERTOS - dijo en cuanto la puse dentro del coche y me subí rápidamente. A lo que antes de que pudiera intentar nada nos metimos en la carretera.

Llegamos a la playa y Hope seguía furiosa, pidió encarecidamente que la lleváramos a casa y cuando nos negamos comenzó a caminar hacia la casa. James siguió con su plan de animarla pero lo modificó un poco...

- SOIS IMBÉCILES - decía una mojada Hope saliendo de agua y viniendo hacia nosotros.
- ha sido idea de él - dije señalando al pelinegro a mi lado quien se moría de la risa.
- ME DA IGUAL... escuchadme bien los dos, esto... - se señaló a sí misma - no tiene ni puta gracia... mirad no vamos a ser amigos, ni siquiera vamos a llevarnos bien porque no me da la gana. Rendíos de una vez... ah, y si en algún momento se os vuelve a ocurrir hacer algo así - se rió sin humor - os haré tal daño que deseareis estar muertos - concluyó y nos pasó de largo.
- esa chica da miedo - dijo James divertido
- la metiste en el agua con la ropa puesta - le recordé
- ya, esa no ha sido mi mejor idea... - añadió
- ooh ¿Tú crees? - inquirí y él soltó una carcajada
- ya volvamos o nos caerá una buena... - repuso el chico y nos dirigimos al coche. Nos la encontramos dentro secándose con una toalla que trajimos, y su enfado era notorio.
- lo siento... - fue lo primero que dije al sentarme a su lado en el asiento del conductor - creí que si volvíamos aquí te divertirías como cuando éramos pequeños y... no sé, las cosas mejorarían... al menos, yo lo esperaba - dije con la vista fija en sus ojos verdes.
- eso no va a pasar Shean, yo ya no soy esa niña que conociste y no tengo ninguna intención de volver a serlo. Así que te lo pido hazte un favor y deja de intentar recuperar algo que está claro que dejó de existir hace mucho tiempo - dijo seria y bajé la mirada - Shean -
- ok... - dije volviendo a mirarla, pero la verdad era que no pensaba rendirme, al menos no mientras hubiera alguna posibilidad y yo veía muchas.

Narra Hope

Sólo a Shean se le podía ocurrir hacer algo tan estúpido. ¿volver a ser esa niña que fui? Nunca. Eso implicaría abrirme a alguien y yo ya no estaba dispuesta a hacer eso. Ya aprendí la lección, si no se tiene a nadie que pueda fallarte tampoco se puede sufrir.

Cuando llegamos a casa ya eran las seis de la tarde, así que luego de darme una larga ducha para quitarme el agua salada me puse mi autfit de siempre y bajé para buscar mi moto.
Necesitaba despejarme del remolino de emociones que había sido este domingo y para eso nada mejor que correr.

- Hope ¿a dónde vas? - preguntó mi tía viéndome bajar con mi chaqueta negra y las llaves de mi moto.
- por ahí... - me limité a decir pasándola de largo.
- No puedes irte Hope... - insistió y me volteé para verla - os vais mañana quería que cenemos todos juntos -
- ya, eso me da igual... - dije
- Hope, no te vas a ir a ninguna parte... vamos a cenar todos juntos y no se diga más - replicó y la miré incrédula
- ese role de madre estricta no te va ¿sabes? Mejor dedícate a curar pupas, yo me voy - dije y me giré para salir pero entonces ella volvió a hablar.
- Hope no te atrevas... Hope Isabela Súlivan no salgas por esa puerta - había dicho mi nombre completo, no me lo creía.
- no vuelvas a decirme así... sólo... mi mamá me decía Isabela - dije con un nudo en la garganta
- ooohh no me vengas con esas ahora... - musitó y la fulminé con la mirada
- No, no tienes ningún derecho tú no... tú no eres mi madre - bramé
- no... no soy tu madre pero te crié desde su muerte y me debes respeto - tartamudeó visiblemente afectada.
- ¿respeto?... por favor, yo nunca te pedí que me adoptaras, ni mucho menos que ocuparas el lugar de mi mamá. Fuiste tú la que me obligó a estar aquí y quiso convertirme en su hija perfecta... yo nunca lo pedí. Así que mejor hazte un favor y deja de intentarlo, no eres mi madre, nunca estuviste cerca de serlo y nunca lo serás - una lágrima se le escapó ante eso último y al instante me di cuenta del error que acababa de cometer pero ya no podía volver atrás. Ella se me quedó mirando con los ojos cristalizados y algo en mi interior se estrujó. Salí de allí poco después y pisé el acelerador a tope.

Mi intención nunca fue hacerle daño pero eso ya no importaba, el daño estaba hecho y me tocaría lidiar con él.

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Hola personitas detrás de la pantalla, bueno, aquí os dejo el tercer capítulo.

¿Qué pensáis de la actitud de Hope?
¿y Shean? ¿James?

Personalmente soy fan de Shean, lo amo del todo... es como super ajaskjask

Comentad, comentad, que los leeré, y también dadle a la estrellita, eh...

Besos dulces (como Shean)... o tal vez indiferentes ( ya sabéis )😒

Jarsey

Tras la odisea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora