[4] Cambio de aires

13 3 0
                                    


Salí del baño de mi cuarto con una toalla cubriéndome el cabello y una resaca de mil demonios. Supongo que era lo lógico tras beberse dos botellas de Vodka... Intenté hacer desaparecer todo lo que le dije a la tía Teffi la noche anterior, todo el dolor que se reflejó en su rostro y todo los sentimientos que surgieron en mí después, para mi sorpresa no funcionó y acabé durmiendo en el baño de la planta baja en posición fetal... todo eso para entender que me pasé de la raya y que tal vez, sólo tal vez esté pasando por alto algo importante.

Solté un pequeño suspiro cuando me encontré a la tía Teffi sobre mi cama, lucía cansada y triste.
- oh, buenos días... - murmuré desprendiéndome de la toalla.
- buenos días Hope - dijo la tía para después quedarse callada. Algo desconcertada me acerqué a la silla de mi escritorio y me senté para calzarme los botines. Cuando terminé volví a mirarla y seguía allí, parecía estar debatiéndose entre hablar o no... al final, lo hizo.
- verás quería hablar contigo... - comenzó a decir con los ojos fijos en mí - estuve pensando mucho en lo que dijiste y... en cierto modo, tenías razón -

" Un segundo, paren el mundo que me quiero bajar... así no es como me imaginaba esta conversación "

- ¿cómo? - pregunté sin entender nada ya.
- tenías razón Hope, he intentado reemplazar a tu madre y convertirte en mi hija y ese fue mi error... tendría que haberte ayudado a no olvidar lo maravillosa que era, porque lo era... - una sonrisa nostálgica adornó su rostro y sus ojos verdes se cristalizaron - era la mujer con el corazón más grande que he visto nunca y la mejor hermana que pude desear... Hope sé que es duro, perdiste a tus padres siendo una cría y yo perdí a mi única hermana siendo... inmadura - admitió y las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas - cuando llegaste yo no... no sabía muy bien cómo lidiar contigo, yo también estaba en duelo, me costaba aceptar que Carolina ya no estuviera y supongo que... por eso traté de reemplazarla, lo siento... -

Joder, me partía el corazón verla así, sobre todo porque yo también actué mal... ahora mismo daría lo que fuera para que dejara de llorar.

- yo... también lo siento. Fui algo dura supongo... - dije.
- pensé que lo hacía bien ¿sabes? Supongo que no era así - repuso con la voz quebrada. Solté aire pesadamente y me acerqué para sentarme a su lado, hice mi mejor intento de sonrisa y ella hizo igual.
- lo has hecho muy bien, te lo aseguro, es sólo que... desde la muerte de mis padres pasaron muchas cosas y... todo se fue a la mierda - resumí y ella frunciólevemente el ceño - ... luché ¿sabes? luché porque sabía que era lo que ella hubiera querido... luché y luché pero siguieron habiendo baches, y al final me cansé - admití y ella me miró apenada, como si quisiera coger cola y pegar cada trozo de mi corazón roto.
- no tenía ni idea, Hope me hubiera gustado que hablaras conmigo. Podría haberte ayudado ¿sabes? Tal vez  no sea tu madre pero te quiero igual que ella lo habría hecho - pasó su mano por mi mejilla para limpiar una lágrima que no me di cuenta de que se había escapado. Su palma se quedó contra mi mejilla y me recosté sobre ésta. Se sentía bien. Muy bien. - no tendrías que pasar por esto sola... me tienes a mí y a Shean ¿porqué no nos das otra oportunidad? - añadió.
- me da miedo... - admití dejando escapar otro par de lágrimas - siento que la vida me quita todo lo que puede hacerme feliz, y lo último que quiero es perderos -
- no lo harás - aseguró la mujer frente a mí - no nos perderás Hope... -
- eso es cierto - alegó Shean apareciendo en el umbral de la puerta, sonrió ampliamente y después se acercó más hasta quedarse detrás de su madre - librarte de mí te será más difícil que esto... - aseguró ofreciéndome una sonrisa - queremos que vuelvas a ser esa chica que me puso crema de afeitar en el rostro y me obligó a ser su Santaclaus, la Hope que rebosaba ternura y amor... queremos verte feliz -
- no... no puedo, no sabría cómo - repliqué
- para eso estamos, deja que te ayudemos - dijo el rubio y alterné la mirada entre ambos.

Tras la odisea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora