El Principito: Solo un 'sueño' [REMAKE]

[CAPITULO N°- 01]

'El presentimiento'

Cuando quieres mostrar la realidad, a veces configurarla cuesta trabajo.

—Gabriela de Gutiérrez

Entrevista con América Televisión 

(15/octubre/2000 - Programa: Cuarto Poder)

[Ciudad de Guadalajara, 12 de mayo del año 2017 - 6:25 a.m.]

La alarma sonó, con la canción de Cielo Rojo de Flor Silvestre. Ya había amanecido hace quince minutos. El celular que tiene la alarma vibrando, fue detenido por una mano de una chica de piel color durazno. La chica, se levantó a regañadientes de la cama, y se sobó los ojos. Se metió en la ducha para lavarse el cuerpo y los cabellos con mucha rapidez. El agua está fría, debido a que hace mucho calor. Al salir, vistió el conjunto que todos conocemos en el prologo: Blusa amarilla, jeans de campana azules, zapatillas negras y la chamarra jean azul, que por detrás tiene el famoso nombre de 'Gabriela de Gutiérrez'. Tomó su mochila roja y bajó las escaleras a máxima velocidad. Ella, tiene una cara de pocos amigos; está claro que odia las mañanas por que ve a su madre siendo grosera con ella. Eso pasa todo el tiempo desde que nuestra protagonista tiene memoria.

Ella es Jacqueline Amaris Enrico, es la hija menor de Miguel Amaris Echenique y de Leticia Enrico de Nuñez. Es una chica de trece años; de cabellos negros como la noche, piel de color durazno y ojos marrones. En sus mejillas y puente de su nariz existen sus pecas, las obtuvo de nacimiento. Mide 1,62 metros de altura y su comida favorita son los tacos al pastor. Es la menor de cuatro hermanas, por ello eso la convierte en la más tiene atención de parte de sus padres. Cuando bajó por las escaleras, escuchó como en la cocina alguien lavaba los platos. Y se dio cuenta que era su madre, Leticia lavaba los platos después de preparar la comida de sus dos hijas menores. Para Jacqui, estar con su madre no es tan... cómodo que digamos.

—Buenos días Jacqueline. —dijo su madre desde la cocina, había terminado de lavar los platos y cerró el grifo- Tus hermanas se retiraron más temprano hoy.

—Eso ya lo he notado. —respondió la chica de pecas- Y buenos días...

Leticia es una mujer de piel durazno, ojos y cabellos negros en los cuales estos últimos llegan hasta las rodillas. Los cabellos de la mujer están peinados en una única y gran trenza. En estos momentos, ella viste de una camiseta negra con jeans azules y zapatillas rojas. Parecía muy joven a primera vista, pero esta mujer tiene más de cuarenta años. Ella, sirvió en la mesa un plato con un pan con jamón y queso y un vaso de jugo de moras.

—¿Dormiste bien?

La casa se conforma de tres pisos. Es uno de los hogares que pertenece a la familia Esparza, ya que el hogar está a nombre de Leticia. En el primer piso, nos encontramos con el salón, un patio que conecta con una casa muy cercana, y el comedor. En el segundo, despachos y estudios para cada uno de la familia. Y en el tercero, las habitaciones. Jacqui, al escuchar la frase, se sorprendió. Leticia no es tan... empática con ella. No tienen una buena comunicación y desde hace meses empezaron a relacionarse más. Pero ¿a quien engaño? Este tipo de madres llegan a ser muy... cuestionables. La menor, separó una silla de la mesa para sentarse y dirigir su mirada a su madre.

—Sí, pude conciliar el sueño a tiempo. —respondió, para dar un mordisco a su pan con jamón y queso- ¿Y tú?

—Aun siento esa soledad Jacqueline. —Leticia, se apoyó en el marco de la puerta de la cocina, para suspirar- Ya sabes... Tu padre sigue de gira, y a pesar de que va a volver... Siento que la casa está muy vacía. A veces hablo con tu tía Zarina, pero... Vas a ser la próxima en salir del nido.