Unos gritos lejanos se escucharon de repente, varios neoyorquinos se miraron entre ellos con expresiones confundidas, y el joven oficial primerizo que limpiaba una patrulla frente a la estación de policía, dejó lo suyo para mirar hacia el otro lado de la calle. Avery comenzaba a caminar hacia esa dirección, un poco ansioso porque aquella podría ser su primera oportunidad para ayudar a su comunidad, y tal vez al fin dejarían de obligarlo a limpiar las patrullas solo porque era el nuevo.
Sus ojos brillaban con antelación, y los gritos sonaron más cerca, para luego ser seguidos de un golpe ruidoso a sus espaldas. Justo donde se hallaba la patrulla que acababa de limpiar.
La gente que pasaba comenzó a vitorear emocionada. Avery se volteó lentamente, y al ver lo que pasaba, soltó un suspiro tembloroso.
Spiderman, el mismísimo Spiderman se hallaba sobre la patrulla. Sus botas sucias sobre el recién aseado techo blanco. Mientras que en el capo, dos hombres, probablemente delincuentes, igualmente sucios y despeinados, estaban pegados a este. Jodidamente pegados con una enorme telaraña.
— ¡Hey! ¿Qué tal? —exclamó animado el superhéroe, caminando sobre la patrulla hasta bajar de un salto, fresco y tranquilo—. Les traigo un par más, lo siento por el olor, es que se me cayeron en un contenedor de basura y —Ríe un poco, gira la cabeza hacia la ventana del auto y suelta un silbido—. Wow, puedo ver mi reflejo. Hicieron un buen trabajo limpiando esto.
Un tic aparece en el ojo de Avery, mientras sostiene con fuerza un trapo. Desea con todo su cuerpo gritar.
— ¡Spiderman, hermano! —Otros oficiales llegan, felices de ver al arácnido. Se saludan como amigos de toda la vida, y ahí va la mano sucia de Spidey justo en la puerta izquierda del acompañante—. Gracias por todo.
—No fue nada. Solo asegúrense de darles un baño para no apestar toda la estación —Le echa un vistazo al reloj en su muñeca—. ¡Ya debo irme! ¡Los huelo luego!
Todos sueltan grititos junto con unos ohhh, señalándose entre ellos, riendo. El héroe no tarda en retirarse, columpiándose entre los edificios de nuevo.
—Avery, ¿qué esperas? Limpia este cuchitril.
Peter cayó dentro de su cuarto como un costal de papas, arrastrándose hasta llegar a la puerta abierta. Su tía May estaba allí, mirándole con los brazos cruzados y una expresión de asco.
—Dios, Peter, ¿en qué te metiste?
—Atrapé a unos traficantes, y digamos que caímos en un contenedor porque uno de ellos le temía a las alturas —responde, sacándose la máscara e ignorando el aroma putrefacto—. Se me hace tarde, hoy es el maratón de Star Wars en casa de Colette.
Mientras caminaba hacia el baño, se iba despojando de su traje, para luego meterse a la ducha.
—Te diría que no limpiaré esto, pero tampoco quiero que me apeste todo el departamento —dice May desde el pasillo, recogiendo el traje—. Deberías hablar con el señor Stark, tiene el dinero suficiente para regalarte una lavadora para supertrajes.
—¡Gracias, May! Te adoro, voy a recompensártelo —responde a gritos, mientras enjabona su cuerpo a velocidad récord.
—Si quieres recompensarlo, ve a la protesta que haremos mañana frente a la fábrica de textiles. Que Spiderman se preocupe por el medio ambiente hará que otros también.
Oh, tenía planeado ir a la marcha como Peter Parker, más que nada por su amiga Colette. Ella los había invitado a Ned y a él hace dos semanas.
Bueno, más bien les amenazó con raras y tenebrosas consecuencias si no la acompañaban.
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Abyss. Spiderman AU.
Fiksi PenggemarPeter solo intentaba llegar a casa para cenar con May, no contaba con que en el camino caería en un portal que lo llevaría a otro universo, donde además existe otro Spiderman. Advertencia: Es un universo alternativo, no se siguen los hilos de las pe...