Capítulo 1 - Peter

307 26 0
                                    

Steven Grant Rogers era el dueño de la empresa más importante e influyente de revistas en el mundo, su imperio vendía revistas tanto de moda, medicina, tecnología y muchas otras de interés común, sus ejemplares eran vendidos en todas partes y traducidas a varios idiomas, su nombre era bien conocido en el mundo y no solo a él, sino al heredero de aquel imperio, Peter Benjamín Rogers, pero lastimosamente lo que más se hablaba del heredero era la gran diferencia de carácter que había entre él y su padre, Steve Rogers era conocido y admirado por ser una persona muy humilde a pesar de la enorme fortuna que tenia, nadie decía nada malo sobre lo único que siempre decían al mencionarlo eran elogios por buen corazón, pero su hijo era todo lo contrario cuando alguien hablaba de él solo podía decir que era un muchacho muy caprichoso y engreído, y en algunas ocasiones hasta mal criado con las personas a su alrededor.

Las personas no podían creer lo tan diferentes que eran, nadie sabia porque era así, su padre siempre lo priorizo, jamás lo dejo en segundo lugar, todos sabían que su padre nunca dejaba que el joven desayunara o cenara solo, no jamás, siempre el padre hacia hasta lo imposible para llegar a tiempo a casa y poder estar con su hijo, y todos los domingos siempre pero siempre se la pasaba con él, no importaba si su trabajo se le acumulaba él o tenia cientos de reuniones pendientes nada en el mundo hacia que él perdiera un día entero con su hijo.

Steve se convirtió en padre a un edad muy temprana, tenia 17 años cuando Peter llego a su mundo, no se sabia mucho sobre la madre de este, solo que ella no quiso cargar con la responsabilidad de criar a un niño a esa edad, por lo cual apenas dio a luz abandono a ambos y nunca más se supo de ella.

Muchos pensaron que el rubio no podría con esa responsabilidad, además que hace un par de años había perdido a sus padres en un accidente automovilístico y eso le había afectado muy duramente y sumando eso al abandono de su pareja, algunos creyeron que iba dar en adopción al pequeño otros que el niño seria criado por un familiar.

Pero no, se llevaron la sorpresa que el joven Rogers cuido a su hijo a la vez que este estudiaba y poco tiempo después se hacia cargo de la empresa que su padre le heredo. El joven Rogers siempre estaba con su hijo, lo llevaba con el a todas partes, incluso fue con el bebe a la universidad, el rubio se negaba a que su hijo tuviera alguna niñera porque creía que el pequeño pensaría que no le quería y por eso lo dejaba al cuidado de otra persona.

Su hijo era el centro de su mundo, él le daba todo lo que quería, muchos le decían que estaba mal darle todo pero para él no había nada malo en ello, solo estaba consintiendo un poco a su hijo, nadie lograba abrir los ojos del rubio, literalmente para él su hijo estaba en un pedestal.

Peter nunca tuvo uno madre que lo cuidará, que lo abrazara, que le contará cuentos en las noches, que lo llevará a la escuela o cualquier otra cosa que hacen las madres con sus hijos, no él nunca tuvo nada de eso.

Pero él jamás noto esa ausencia, su padre siempre estuvo ahí para él, su padre pasó noches en vela resguardando su sueño, su padre le contaba las mejores historias del mundo, su padre estuvo ahí en su primer día de clases, su padre siempre estaba en todos los eventos escolares, sí, su padre siempre estuvo a su lado.

Peter sabe perfectamente que su padre es el mejor del mundo, no del universo, por esa misma razón Peter jamás dejó que ninguna mujer se acercará a su padre, siempre las espantaba, sabía de ante mano que esas mujeres solo se acercaban a él por su dinero, era muy obvio después de todo su padre era el dueño de la mejor empresa de revistas del país y del mundo.

También sabia que estaba mal hacerlo, pero vamos, si él dejaba que alguna de esas mujeres llegara a formalizar con su padre lo mas seguro seria que él seria desplazado de su lugar, que ya no seria el cetro de atención de su padre, por eso el mismo se juro que jamás dejaría que ninguna de esas zorras se acercara a su padre nunca y lo había hecho.

PETER, EL CELOSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora