El odioso hermano de mi amiga |Niall Horan|

Capitulo 3

 

—No creo que sea una buena idea –reí nerviosamente alrededor de la mesa y Ámbar me observo con suplica.

Niall me pateo bajo la mesa tomando dolorosamente mi rodilla aun sin despegar la mirada de Ámbar. El estaba tratando de decirme que mejor sería que no nos neguemos, Ámbar iba a descubrirnos. Pero, a pesar de ello, no quería besarme con Niall tan solo para darle el gusto a su tía. Debo admitir que aquella era una dulce mujer la cual, a pesar de sus comentarios fuera de lugar o preguntas inapropiadas de responder, era alguien que debía ser consumida en cariños y sabía perfectamente que la tomaría de confianza alrededor de mi estadía, pero esto me hacía imposible de darle.

Un beso no era porque si, y mucho menos con Niall. El y yo hemos estado cerca de besarnos, cuando el trataba de seducirme, pero como bien había dicho antes, me resistiré hasta el último momento, Niall y yo no somos quienes para andar besándonos cuando se nos antoje, nos odiamos y nuestro trabajo es maltratarnos mutuamente, no por fingir ser novios tengo que apropiarme de su boca el resto del verano.

—Alina es muy vergonzosa –Niall se dirigió hacia su tía riendo –pero lo hará ¿No es así?

Mis ojos se iban abriendo aun mas como si fuesen a salirse de orbita, desencadenante calor atormentaron mis mejillas y el rostro de Niall acercándose produjo pequeñas descargas tornándose en mi cuerpo. Mis ojos se cerraron y mi boca se abrió dispuesta a meter alguna excusa la cual impida creíblemente mi rechazo por no besarlo.

—Si claro que lo haría a pesar de mi vergüenza –nuevamente reí nerviosamente alejando los labios de Niall lejos de mí –pero ya hemos hablado de esto cariño, no puedo besarte has de tener un fuerte resfrío ¿No lo recuerdas?

— ¡Oh cierto cariño! Discúlpame Ali, se me había olvidado ese pequeño detalle de Niall –Ámbar negó repentinamente absorbiendo los fideos en su boca –hazle caso a tu novia y abrígate mas, te privas de darles aquellas pequeñas muestras de amor como los besos.

—Claro, lo hare –Niall tomo el tenedor con su mano derecha y comenzó a rastrillar la comida de su plato.

—Y, hablando de ello –la anciana observo el plato pensativa y subió la mirada, por lo que aproveche para tomar un poco de agua, toda esa tensa situación me había dejado completamente sedienta – ¿Ya han tenido relaciones?

Inmediatamente el agua fue directo al tuvo contrario por la cual tendría que haber ido provocando que me ahogue. Aun más preguntas que me tomaban por sorpresas a mí y a Niall, que sobaba mi espalda fingiendo preocupación por mi leve ahogo. Realmente no comprendo cual es la obsesión con esta mujer con el sexo, las acotaciones de Lena realmente  iban haciéndose reales, era una anciana pervertida. La imagen de la mujer observándonos a Niall y a mí por la cerradura teniendo relaciones se vino a mi mente en un fugaz intento de alegrarme la noche, pero estaba tan ocupada en contestar esa repugnante pregunta que tan solo me limite a largar una risa nasal.

—Si… hemos tenido –agrego intentando sonar indiferente Niall, pero esto realmente incomodaba.

—Se cuidan ¿No es cierto? –Volvió acotar completamente interesada – ¿O piensan tener hijos?

—Tía –mascullo incómodamente Lena.

— ¿Qué sucede Lena? Estas cosas deben preguntarse, quizás quiera algo parecido a un nieto pronto y Alina sea la única que pueda dármelo ya que tú estoy segura que no querrás hacerlo –negó Ámbar completamente decepcionada y Lena se sorprendió. 

—Me iré a dormir –me levante apresurada señalando la puerta nerviosamente, y Ámbar asintió.

—Yo iré con ella, debemos descansar, Alina estaba durmiéndose antes de venir a cenar –intervino Niall igual de rápido que yo, esta situación no era realmente cómoda y posiblemente la anciana agregara otra pregunta que Niall y yo no nos encontramos en condiciones de responder.