Are you in love?

Capítulo 1

Estaba sentada, miraba por la ventana y escuchaba un poco de música, el tren era rápido. No podía leer me iba a marear demasiado así que empecé a pensar... pensaba en como serían las cosas si viviera en otro lugar o si mis padres nunca se hubieran divorciado, en como seria yo si tuviera otra vida. Preguntas que nunca serían respondidas, nadie sabe, yo no sé. Solo se que nada se, era la frase que daba vueltas y vueltas en mi cabeza. De pronto el tren se paró. Por las bocinas se escuchó una voz.

<< Descanso para los pasajeros.>>

Entonces me levante y agarre mi maleta, me dolía el cuerpo. Siempre que iba donde mi padre llegaba exhausta, íbamos de campamento, a pescar y cosas para hombres. En la estación donde habíamos parado había una cafetería, la conocía muy bien cada tres o dos semanas la visitaba, camine y el chico lindo del tren estaba ahí.

☆★Flash back★☆

- Te encuentras bien? - Pregunto un chico, era alto, me dio su mano y me ayudó a pararme bien. -Déjame ver- se arrodilló y empezó a revisar mi pierna. -No te haz lastimado nada, ha sido solo un raspón. Ten más cuidado.

Asentí con la cabeza y susurre un gracias para mi misma, el chico se alejo despidiéndose con la mano y yo me quedé ahí,  en el mismo sitio donde me avergonse a mi misma.

☆★ Fin del Flash back ★☆

Me acerqué a su mesa.

-¿Está ocupado? - El chico me miró y sonrió casi al instante, movió su cabeza de un lado al otro, estaba leyendo un libro. -Quería darte las gracias, antes me ha dado un poco de vergüenza.

- No hace falta.- Dijo con tono despreocupado,- espero estés bien.

- Soy Charlotte. -Le extendí mi mano y el la estrecho. -Gracias por ayudarme.- Me levanté de la silla y me gire, volví a subir al tren y me senté en mi lugar.

El era alto, tenia unos hermosos ojos marrón y cabello negro, ojeras adornaban sus ojos, sus labios eran un poco gruesos pero no demasiado y tenía cachetes pequeños, de todas formas era un chico muy lindo, sus cejas delgadas pero abundantes lo hacían lucir como a un chico malo, se veía mayor y creo que lo era, era lindo si, pero nunca más lo iba a volver a ver,

Llegue a la ciudad y cogi un taxi para llegar a casa. Mi madre estaba esperando sentada en la sala de la casa mientras veía sus novelas, la salude y le di un gran abrazo, subí directamente a mi habitación. Ya no podía mas, me cambie de ropa y dormí.

Estaba en un bosque, no era un bosque normal, era gris. Era una pesadilla. Corrí hacia la luz pero algo me detuvo. Era el. El chico del tren se empezó a reír de mi y hacia bromas, después de un rato todos se estaban riendo. Yo solo lloraba.

Me levanté un poco tarde ya que faltaría a clase, envíe un mensaje a Samantha y volví a dormir otra vez. No quería volver a soñar así,  se sentía feo. Pero de todas maneras me dormí.

Me vestí rápido y desayuné algo simple pero delicioso.

- Ya era hora que despertarás princesa.- Dijo mi madre mientras me daba un sonoro beso en la mejilla y me pellizcaba los dos cachetes.

- Hola mami.- Le di un abrazo y me fui hacia la sala.

- Aún no me has contado como te fue...- dijo, me recordó que ayer estuve exhausta y no hable con ella.

-Está vez fue pesca deportiva, 2 peces y yo no conseguí ninguno, pasamos horas y horas en ese lago.- Dije con tono aburrido.

- La próxima tu has los planes.- Me aconsejo mi madre.

-La próxima.- Pero nunca me acordaba de que yo tenia que hacer los planes. Empecé a leer una revista vieja que estaba en la mesa de centro de la sala. Me quedé dormida.

Desperté en la tarde, el timbre de la casa sonaba como tambores en mis oídos.

Abrí la puerta y encontré a Sam una chica bajita pero más alta que yo, ajos verdes crema y su cabello chocolate, tenia pequeñas pecas en la cara pero le quedaban bien.

- Gracias por despertarme.- le dije con tono aburrido y me abrí paso entre la puerta para que ella pasará.

- De nada, por cierto aquí están los deberes de hoy y mañana hay un pequeño examen,  Michael a preguntado todo el día por ti y Jared dijo que vendría a verte en la tarde por que estaba un poco preocupado. - Y esa era mi amiga, me notificará todo lo que ha pasado en la escuela.

- Gracias, no se que haría sin ti.- le di un fuerte abrazo.

- Técnicamente soy tu todo, así que estuvieras loca sin mi. - me regaló una sonrisa y se sentó en el sofá mientras sacaba todas mis tareas.

Samantha y yo pasamos toda la tarde conversando y riendo como si fuera la ultima de mi vida, y de alguna manera creo que lo fue...