Después de mucho tiempo volví a recaer, volví a llorar, prometí no hacerlo otra vez y aquí estoy llorando de nuevo. Padre, si algún día llegases a leer esto quisiera decirte que muchas gracias por todo lo que me has dado pero también por haberme daño una vez mas otra vez, por decirme lo gorda que estoy, por recordarme lo fea y asquerosa que me veo, esperó no cometas los mismos errores con mi hermano porque no creo seguir existiendo para poder detenerte.
Mientras escribo esto sigo llorando, y acabo de recibir un mensaje que dice "vales pito" realmente me dañan pero ellos no lo saben. En estos momentos la necesito a ella, es la única que me hace sentir mejor y no es porque tenga las palabras correctas para reconfortarme si no porque ella se siente exactamente igual que yo. A partir de hoy comenzare una nueva dieta, espero no me mate y si lo hace sera lo mejor.