Ya era la hora de cenar, y había sopa y carne.
De repente, a alguien se le calló algo de sopa al suelo y yo sin darme cuenta de que el suelo estaba lleno de sopa, me resbalé y me caí al suelo. Me hice mucho daño. Todo el mundo me miró, y Lenna empezó a reírse de mí. Luke se acercó a mí y me volvió a ayudar a levantarme.
–Jaja, ya es la segunda vez que te ayudo hoy rubita—me dijo
–Gracias jeje—le contesté. ¡Estaba muriéndome de amor! Me había llamado rubita
–Si quieres puedes venir a sentarte en mi mesa
Yo, sin dudarlo le dije:
–Vale, y muchas gracias por ayudarme a levantarme—le dije con voz tímida
Me llevó la bandeja a su mesa y estuve hablando con él.¡No me lo creía! Estaba comiendo al lado del chico del que estaba completamente enamorada.
-¿Cuántos años tienes?—me preguntó él
-16, ¿y tú?
-18. ¿De dónde eres rubita?
-De Bilbao—lo había vuelto a hacer, me encantaba que me llamara rubita
-Yo también soy de Bilbao aunque llegué hace poco, antes vivía en madrid
Continuamos hablando hasta que llegó la hora de dormir. Nos despedimos y cada uno se fue a su cabaña. Me puse el pijama, me lavé los dientes y me metí en la cama.
Nada más despertar, me di cuenta de que estaba rodeada de árboles. No sabía dónde estaba, ¿cómo había llegado hay? Me pregunté. Y me acordé de Lenna, seguro que había sido ella y alguna de sus amigas. Tuve que apañármelas para volver al campamento, ya que no conocía la zona.
Una hora más tarde, encontré el campamento y los monitores me echaron la bronca por haber llegado tarde a desayunar. Al contarles lo que me había pasado, fueron a hablar con Lenna para que me pidiera perdón, pero dijo que ella no había sido la responsable de dejarme en el bosque. Yo no creí nada de lo que decía, en cambio, los monitores se lo creyeron.
Como me moría de hambre los monitores me dejaron desayunar aunque el comedor ya había cerrado.
Después estuvimos haciendo juegos, como: tiro con arco, fútbol, baloncesto... Luke, sin duda era el mejor haciendo deporte; se le daba bien todo. En cambio, a mi, no se me daban bien muchas cosas; solo se me daba bien jugar a balonmano, ya que era el deporte que hacía.
A la tarde, después de comer, jugamos a balonmano. Por suerte, me tocó estar en el mismo equipo que Luke, y como metía muchos goles se fijó en mi, y me dijo:
–Ey, se te da muy bien jugar a balonmano
–Gracias—le dije con voz tímida
–¿Juegas a balonmano?—me preguntó
–Si, juego desde los ocho años—respondí
–Qué guay—me dijo
-Yo he jugado varias veces, aunque a ti se te da mucho mejor que a mi jaja
En ese mismo momento, me puse súper roja. Cada día me estaba enamorando más de él, cosa que no me apetecía que pasara porque sabía que era imposible que él se gustara de mí.
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TENÍAS QUE SER TÚ (SIN ACABAR)
RomanceDesde que mi padre nos abandonó cuando tan solo tenía 6 años no he vuelto a ser la misma. Nada de chicos, ni fiestas ni nada de eso. Tenía miedo, miedo a enamorarme y que me acabaran abandonando como mi estúpido padre. Pero eso cambió cuando mi madr...