E R S H I W U

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8P.M.

El celular de MingHao empezó a sonar. Miró la pantalla para ver de quién se trataba.

—Es mi hermano.— Dijo, sin levantar la vista.

—Entonces, atiende.— Le contesté. Él asintió con la cabeza, e hizo caso.

Atendió allí mismo, pero luego se levantó para irse a otro lado.

Volvió cuando terminó, unos pocos minutos más tarde.

Se sentó a mi lado.

—Debo volver a BeiJing...— Dijo. —... Si no, perderé mi trabajo y a mis pacientes...— Asentí.

—También yo.— Informé. Nos miramos al mismo tiempo. Él me observó ojiplático.

—¿¡Por qué no dijiste nada!?

—¡Porque ChengCheng me lo dijo, y no creo en él!

—¡________(T/N)!— Me regañó. Lo miré sorprendidísima.

—¿¡Qué!? ¿¡Lo defiendes!?— Pregunté. Negó con la cabeza.

Nos quedamos un momento en silencio.

—¿Qué haremos? ¡No nos podemos ir ahora! ¡Hemos avanzado aunque sea un poco!— Asentí, de acuerdo con sus palabras.

—Podríamos llevarnos el diario. No creo que necesitemos mucho más.— MingHao miró el diario, pensante.

—Supongo...— Dijo, para luego girarse hacia mí. —Arma tus maletas. Volveremos a Pekín.— Dijo. Asentí.

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26 de febrero.
Sábado, 10P.M.
Aeropuerto.

Estábamos esperando nuestro vuelo, el cuál se supone que debía empezar en un rato.

Llamé a QuanZhe para avisarle que estábamos volviendo, aprovechando la ocasión para hablar con él.

Tardó un poco en contestar.

—Buenas noches. ¿En qué soy útil?— Dijo recién atendió. Me reí.

—¿Estás de humor?— Pregunté, sorprendida.

—No. ¿Qué quieres?

—¿Qué? ¿No extrañas a tu hermanita?

—No.

—¿No te alegraría que te dijese que hoy vuelvo a Pekín?

—No.

—¿Ni siquiera para ver a tu sobrino, de alguna manera?

—No.— Dijo por tercera vez.

—Qué amargado eres...— Dije. Entonces, MingHao me arrebató el celular de la mano ágilmente y lo puso en su oído.

—Hola querido cuñado, ¿Cómo llevas la tusa*?— Preguntó MingHao, burlón. Logré escuchar la risa de QuanZhe. Lo miré sorprendidídima. Él me sonrió. Lo puso en altavoz para que lo escuchara, pero me hizo una seña para que no dijese nada.

—Mal. Gracias al idiota de tu hermano no quiero hacer nada más que dormir...— MingHao me guiñó el ojo, diciendo un clarísimo "tranquila, yo me encargo".

—Qué bueno. Digo, ese era su objetivo...— Contestó.

—¿De qué hablas?— Preguntó QuanZhe.

—Él quería lograr que tú no quisieses hacer nada. Está muy enojado contigo, sólo quiere hundirte.— MingHao fingió un suspiro. —Le diré que ya cumplió su trabajo.— QuanZhe se quedó un minuto en silencio.

离开以后,有难的方式 ~★Justin Huang y tú★~ (NEXT) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora