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Se volvió cansador, dormirla todo el tiempo con cloroformo.

Siempre que la quería ver, tenía que encerrarme en el altillo.

Si le daba de comer, la tenía que atar.

No me hablaba, apenas me miraba.

Ya me estaba aburriendo de esa chica caprichosa.

El vestido blanco lo cambié por uno negro.

Ella grito que no me quería, que no quería nada de lo que la daba.

Entonces le volví a pegar, esta vez con más fuerza.

☩Notas de un Demente☩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora