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El olor de la desgracia se sentía.

La mente perturbada se me notaba.

Las cicatrices eran descubridas.

El dolor aparecía simplemente al mirar mi piel.

La ansiedad no me dejaba en paz.

Me asfixió en mi propio oxígeno.

Me inyectó el veneno de la vida.

☩Notas de un Demente☩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora