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Fui al cementerio a visitar a mi madre.

La muy perra estaba enterrada hace seis años en el mismo lugar. 

Ella siempre me pegaba y gritaba. 

Cuando la golpee se puso a llorar. 

Me maldijo y me dijo groserías. 

Al otro día me compré un revolver y le disparé. 

Mi conciencia me dijo que estaba mal, 

entonces saqué la idea de la televisión e hice 

que pareciese que hubiese sido un suicidó. 

Me funcionó, nadie sabe que fui yo quien la mando al infierno. 

☩Notas de un Demente☩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora