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Daba suaves ronroneos ante los mimos de su alfa el cual parecía obsesionado con sus orejas y cola de gato, el castaño sólo se mantenía con el ceño fruncido no podía creer que el peliazul lo hubiera dejado inválido, sin contar los numerosos chupones que tenía en todo el cuerpo
—ow, eres taan tierno— dijo el hijo mayor de los Aoi sin dejar de acariciar a su omega el cual solo se cruzó de brazos y giro su cabeza a otro lado —¿eh? ¿Qué tienes amorcito?
—estoy enojado contigo
—¿porque?
—¡me dejaste inválido, por eso!
—oh vamos, no exageres
—Valt, mis caderas arden y no creo que pueda caminar por dos días ¡anoche fuiste una bestia sin control y no estoy exagerando para nada!
Río sin dejar de acariciar a su omega el cual se cruzó de brazos y desvío su mirada, el peliazul detuvo sus mimos al ver como su mínimo se mantenía con el ceño fruncido, busco alguna manera para hacerle sonreír y la encontró
—¿que crees que hac-?— esbozo una sonrisa al sentir como unas manos le hacían Cosquillas debajo de sus axilas, no pudo evitar reírse y retorcerse riéndose —¡puajajajajaja, detente por el amor de Dios para jajajajajaja!
Cerro sus ojos al oir su tierna risa, seguía haciéndole Cosquillas a su pequeño el cual no dejaba de reír
En esos momentos su adorable perrito entraba al cuarto de sus amos en busca de comida sólo para ver como el peliazul le hacía Cosquillas al castaño, comenzó a mover su cola y se subió a la cama comenzando a lamer al ojicafe
—¡wof!
—jajaja, Choko, basta— reía sacando al aire sus orejas de lobo mientras se revolcába en la cama con el perro el cual no dejaba de lamerlo, el peliazul soltó un alarido al sentir como su querida mascota le mordía la pierna —¡ey, eso es trampa, tramposo!
El ojiturquesa lanzó un puño al aire dándole fuerzas al can
—¡eso Choko, vengame!
El cuarto se lleno de las risas de la pareja ante los juegos con su tierna mascota, Valt al verse perdido tomó el peluche de conejo de su minino y lo lanzó fuera del cuarto para que el perro fuera por el
—¡oye, con mishi no te metas!— reclamo Aiga enojado observando cómo Choko salía del cuarto por el peluche y Valt se levantaba y cerraba la puerta
Cuando Choko recogió al peluche volvió al cuarto de sus amos corriendo muy feliz, lamentablemente terminó chocando con la puerta la cual estaba cerrada
—¡wof, wof, wof!— comenzó a ladrar exigiendo que la puerta le fuera abierta pero no fue así, adentro solo se escucharon las risas de sus amos
La pareja sólo rio y se dieron un suave beso
—amo verte sonreír— dijo el peliazul acariciando La mejilla de su lindo omega el cual solo escucho con sorpresa como su estómago rugia —¿tienes hambre?
—¿tu que crees genio?
—jaja, está bien, está bien— se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, antes de salir se giro para ver fijamente a su lindo gatito —¿que quieres para desayunar?
—panqueques con mucha miel, crema batida y una cereza encima
Sonrió y salió del cuarto encaminandose a la cocina para cumplir con los caprichos de su omega
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