Capítulo 2

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Al notar que no quitaba su mirada de la mía decidí acercarme a él, no tenía nada que perder.

-Hola- dije sentándome a un lado suyo.

-Hola- dijo él quitándose un auricular - soy Harry.

-Louis. - dije sonriendo.

No sé si su mirada es de confusión, de sorpresa, o no sé, simplemente no podía descifrarla. Tenía una sonrisa pero no se qué me transmitía sus ojos. Al principio costó trabajo para entablar una buena conversación, ya que de ratos habían silencios incómodos hasta que hubo "confianza" y bueno ya ni como callarlo, de igual manera no quería que sucediera eso su voz es hermosa. Habló, habló y habló, yo lo escuchaba pero no sabía que decía, me perdía en su mirar, hasta que noté que se había quedado callado y me miraba esperando algo. En ese momento me sonrojé y él rió, sentí un escalofrío, no sé si por las bajas temperaturas o por el sonido de su risa, me gustaría pensar que fue por la primera opción.

-No tienes idea de lo que te pregunté, ¿Verdad?- Creo que mi rostro tomó un tono más rojo del que ya tenía, bajé la mirada apenado y negué levemente. Él tomó mi rostro con su mano y la alzó de una manera delicada.- Te había preguntado si era la primera vez que viajabas en tren o tan siquiera a ésta hora.

- Oh, perdón, siempre viajo en tren pero sí, es la primera vez que viajo a ésta hora. Casi siempre tomo el de las 11:45. ¿Por qué preguntas?

-Por que sería muy tonto si no te hubiera notado antes.- Este chico me quiere matar, estoy seguro. Sonrió de medio lado y sus labios se veían más deseables ¿Es si acaso eso legal? Perdón madre por éstos pensamientos. Reí para mis adentros.-¿No tienes nada que decir?- Preguntó al ver que no respondía a lo dicho anteriormente.

-¿Tengo qué?

-Pues sería agradable que lo hicieras.-Dijo mordiéndo la esquina derecha de su labio inferior. Maldito sea.

-¿Cuántos años tienes?- Pregunta más estúpida pienso yo pero bueno no tenía idea alguna de qué responderle. Él rió.

-Veinte, ¿Y tú? Te ves como de veinticinco.- Esta vez fui yo quién rió.

-Tengo veintitrés, gracias por aumentarme la edad.

-Dos años, no hay gran diferencia. La barba te aumenta edad.

-¿Me estás pidiendo que me la afeite?

-Cómo quieras, igual te ves bien.

-Gracias, igual tú, aunque sinceramente creí que tenías dieciocho. No tienes nada de vello facial.

-Oh bueno eso está peor.- ambos reímos.

Estuvimos hablando cómo por media hora, es realmente agradable hablar con él.

-¿Cuál estación es tu parada?- preguntó.

-La siguiente, ¿Y la tuya?

-Aún falta como una hora.- Dijo haciendo una mueca que al mi parecer lo hacía ver más tierno.- Lo sé está muy lejos.

-Algo, sí, ¿Por qué?

-Bueno la universidad a la que asisto está en Doncaster y terminando voy a cuidar a unos niños, sí soy niñero, puedes reírte todo lo que quieras.

-No lo haré pero, ¿Por qué no consigues un departamento.- grandioso no Louis, tu tampoco has conseguido uno.

-He buscado créeme pero si no son muy caros están en muy malas condiciones.

Iba a decirle algo pero había llegado a mi parada.

-Fue un gusto Harry pero ya me tengo que ir.- traté de sonreír pero creo que pareció todo menos eso. Me sonrojé.- Adiós.

-Espera- dijo tomando mi mano, volteé a verlo. -Regresa mañana ¿Si?

-Trataré.

Me soltó y salí del tren. Esa noche no podía dormir, sólo pensaba en él.

**

¡Feliz año nuevo! Bueno sólo nos queda echarle ganas para que este año sea como esperemos, que se cumplan todos sus propósitos y que sea mejor. Shalala, besos.

M.

El tren de medianoche || Larry Stylinson ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora