Reencarnación [Solangelo]

12: Te amo, Will

Entre más pasaba el tiempo a tu lado, más me enamoraba de ti y tu forma se ser, me sentía muy feliz de ser tu novio, ya no me sentía solo, te tenia a ti y también tenía amigos, pero lo único que quería era estar contigo toda la vida.

Nos encontramos sentados bajo un árbol junto al lago, mientras tu me abrazabas, eras demasiado empalagoso y no me quejaba de ello, tu amabas mimarme y yo amaba que lo hagas.

"Necesitas mimos todos los días, ordenes del doctor" Siempre me hacías reír con esa frase.

"¿No es solo un pretexto para mimarme?" alce una ceja al verte.

"Uhm... Tal vez, pero amo mimarte" solamente dijiste eso y me diste un beso en los labios.

Un beso que hubiera durado más de no ser por Jason y Percy, esos dos a veces son tan insoportables, son un par de idiotas sobreprotectores.

Todos los días lo mismo, tu pasándola en mi cabaña, mientras me mimabas y besabas al igual que vigiladas que no viajará por las sombras o comiera muchas hamburguesas y papas de la cajita feliz.

Cuidabas tanto de mi y amaba que lo hicieras, me hacías sentir querido.

Pero ya lo había dicho antes, ser un semidiós no era algo fácil, vivías en constante peligro por los problemas que los dioses tenían y siempre de alguna forma un semidiós terminaba envuelto en todo ello.

Y para mi mala suerte, el campamento estaba siendo atacado, solo podíamos defender el único lugar que era nuestro hogar.

Pero allí estabas tú, parado delante de mi, protegiendome con tu cuerpo que estaba en peor estado que el mío.

¿Por que siempre tenías que hacer eso? No, no quiero que me protejas más, yo soy quien debe protegerte esta vez, lo había prometido y no iba a permitir que pasará de nuevo.

No iba a permitir que te hagan daño, no mientras yo pudiera evitarlo.

Hice uno de esos viajes por sobra que tanto te molestaban, termine frente a ti, justo antes de que una flecha envenenada te diera.

"Nico..."

Tu voz estaba llena de sorpresa y dolor, como pudiste recostarse mi cabeza con cuidado sobre tus piernas, con mucho cuidado sacaste la flecha.

Sin embargo, ya me estaba sintiendo muy débil y por muy bueno que seas con la medicina, no podías hacer mucho en estos momentos.

"N-nico, vas a estar bien"

Decías más para tranquilizarte a ti que a mi, no iba a estar bien, soy hijo del dios de los muertos y estaba seguro de que mi mamá había llegado.

Mire tus bonitos ojos azules llenarse de lágrimas, levante mi mano como pude y limpie tus mejillas con delicadeza, no quería que llorarás por mi.

"Hey, Solace. No llores, nos volveremos a ver, estoy seguro de eso, Solecito"

Intente sonreírte, pero me sentía muy débil para poder hacerlo, no sabia que hacer para que te sintieras bien.

"C-claro, te voy a curar y podremos estar juntos siempre, verás que si, Sombritas"

Tomaste mis manos entre las tuyas, mientras tus ojitos se llenaban de más lágrimas, no quería verte llorar, no me gusta que lo hagas.

"T-te amo, Will..."

Esas fueron mis últimas palabras aquella vez.