Mi pequeño secreto.

III: Cambio radical.

En el gimnasio se encontraba la entrenadora Clansy y en un lugar del gimnasio abrió un portal de color azul con tan solo hacer un movimiento con su mano, la mujer salto en el portal el cual luego desapareció.

Apareció en el bosque nubloso, camino un poco hasta llegar a una gran pared de roca la cual atravesó

Apareció en lo que aparentemente parecía ser una ciudad, pero no cualquier ciudad, habían hadas, personas con orejas puntiagudas como elfos, las hadas salían de supermercados con bolsas flotantes, todos volaban y había mucha magia al alrededor, a lo lejos de esta ciudad se encontraba un gran y alto edificio en el cual entro Clansy, subió en un ascensor hasta llegar al último piso, al llegar todo era un lugar de trabajo con elfos y hadas corriendo de un lado a otro con una taza de café o con hojas y millones de documentos.

La mujer ya no utilizaba ropa deportiva y tenía el cabello despeinado, ahora utilizaba una camisa manga larga blanca, tacones negros, un pantalón negro un poco holgado con una cinta y tenía un recogido perfecto en el cabello.

Camino hasta entrar en un pasillo en el cual se encontraba una puerta y ese era su departamento, en el cual a un lado en un sofá se encontraba un chico de piel blanca, cabello castaño claro casi rubio y unos ojos verdes con un tono café.

-Hola Nick-le dijo la mujer-Hola mamá-le dijo el chico, Clansy se sentó junto a él en el sofá.

-¿Ya empacaste?, sabes que nos vamos hoy-le dijo la mujer.

-Sabes que aquí estoy muy bien-le dijo su hijo cruzándose de brazos, el chico no aparentaba tener más de 15 años.

-¿En serio?, Nick un chico de tu edad no puede pasarse la vida solo en una habitación y mucho menos un chico de tu posición, necesitas vivir experimentar cosas nuevas y teniéndote aquí en el edificio no puedes-le dijo su madre.

-No estoy solo, estoy con Pet y Shirley-le dijo su hijo-Oye, Shirley vive en el mundo humano y si vives allá sé que las cosas mejorarán-le dijo su madre levantándose del sofá.

-Lo sé y sé que Shirley vive allá pero ¿Qué pasa con Pet, él si puede quedarse aquí?-le pregunto molesto el chico cuyo nombre era Nick.

-Sus padres están con él y no es tan importante como tú, él puede salir a la calle sin que un camarógrafo y toda la prensa lo persiga, no como tú eres un chico muy importante, yo soy importante y luego de que tu padre...-le estaba relatando Clansy-Murió, él murió-la interrumpió su hijo con la voz quebrada.

-Nick no llores, sé que lo extrañas yo también lo extraño pero ya han pasado tres años y después de eso la prensa se volvió cada vez más insistente por eso quiero que vayas conmigo al mundo humano, tendremos una linda casa, tendrás una linda habitación y podrás ir conmigo a la escuela y serás un chico normal-le dijo su madre tomando las maletas-Un humano, allá no podré usar mi magia-le reprochó el chico.

-Nick intente ser amable contigo, pero ya no más, levántate de ese sillón, tomas tus cosas y muévete, te espero abajo-el chico hizo justo lo que le dijo su madre y a regaña dientes tomo sus maletas y mientras iba caminando por el pasillo se encontró con Peter.

-Hey, Nick ¿Ya te vas?-le pregunto Pet.

-Sí, lo siento bro, adiós-le dijo y se dieron la mano antes de despedirse.

-¿Ya le dijiste a Shirley?-le pregunto el chico-No y quiero irme, no quiero despedirme de ella-le dijo el chico-Ella vive allá no puedes evitarla-le dijo Peter-ella es mi mejor amiga pero después de que se mudo ya nunca más hablamos y... solo quiero irme y descansar un poco cuando llegue, adiós amigo, volveré para navidad-le dijo Nick al chico pelirrojo y luego se fue.

Nick iba caminando por el pasillo rumbo a la sala central <<Tal vez no sea tan malo>>pensaba al llegar una turba de camarógrafos estaba aglomerados en el lugar y todos gritaba y coreaban el nombre de Nick, al llegar el mencionado se le abalanzaron encima y comenzaron a hacerles millones de preguntas.

-¿Es cierto que te vas?-le pregunto y reportera.

-Ehhh...-tartamudeo Nick con la pregunta.

-¿Qué pasará con tu madre, ella va contigo, vivirán juntos?-preguntaba muy insistente otra reportera.

-¿Cuándo volverán?, ¿Pronto?-pregunto otra reportera insistente.

-Ehh, no lo sé-seguía tartamudeando Nick y sus pensamientos cada vez eran más preocupantes.

<<Tiene razón, ¿Qué tal si no vuelvo?, esperen ¿Cuándo volveré?, ¿Pronto?, ¿nunca más?>> eran los pensamientos que preocupaban e invadían la mente de Nick en el momento.

Nick entro en pánico y lo único que pudo traducir fue-BASTA-grito levantando las manos y haciendo que todos flotaran, al momento apareció Clansy y todos los reporteros aún en el aire comenzaron a hacerles millones de preguntas a Clansy está también entro en pánico, tomó a Nick de la mano, abrió un portal y ambos saltaron en el.

Aparecieron en el bosque que según era muy peligroso justo detrás de una roca, la pared de roca que unía el mundo mágico y el humano.

-Gracias-susurro Nick a su madre.

-Aquí no te pasara eso y estarás mejor-le dijo y ambos se apresuraron a salir del bosque y llegar a la ciudad, estaba un poco nublado y eso era perfecto ya que nadie los vio entrar o salir del bosque que para todos los habitantes era tan peligroso pero para Nick, su madre y su difunto padre tenía una hermosa historia.

Llegaron a una casa muy bonita y grande al entrar a esta todo era perfecto, había decoraciones lujosas como las que tenían antes en su departamento, varitas mágicas de emergencia y muchas cosas más.

-Es tan...pintoresca-dijo Nick para no ofender a su madre.

-Oh, has silencio sé que la odias, por eso instale esto-dijo Clansy presionando un cuadro, la habitación cambio al instante todo seguía siendo igual pero habían chispas mágicas como las del mundo mágico, decoraciones y otras cosas más que representaban el mundo mágico.

-Ahora, sí es perfecto-le dijo Nick a su madre-Voy a desempacar-le dijo, subió las escaleras y entro a su habitación, era de color azul con detalles y fotografías y habían varias decoraciones de baloncesto, Nick bajo y su madre estaba usando una ropa muy cómoda pero elegante nada comparado con lo que utilizaba para las clases.

-Oye, ¿Por qué los balones?-le pregunto por los balones de baloncesto que se encontraban en su habitación.

-Doy clases deportivas y se supone que me gusta y sé jugar baloncesto y ya que tú eres mi hijo debes dar la impresión de que te gusta también-le dijo su madre leyendo una revista.

-Muy bien y ¿Cuál es la historia?, ya sabes lo que debo decir para que sea creíble mi vida aquí y la mudanza-le pregunto el chico sentándose a su lado en el sofá.

-Tu historia es, me llamo Nicolás Wilde, pero todos me llaman Nick, tengo 15 años de edad y vivo con mi madre, estudió en la secundaria Bears, me gusta el baloncesto, viví varios años en Buenos Aires por mis estudios hasta que los termine y comencé a vivir con mi madre de nuevo y mi padre vive en Buenos Aires.

-Entonces, viví en Argentina para estudiar ¿Qué?-le pregunto curioso su hijo-En una academia deportiva-le dijo su madre.

-Muy bien y entonces ¿en esta dimensión, papá está vivo?-pregunto Nick con un tono de nostalgia.

-Sí-le respondió su madre con un poco de nostalgia.

-Y ¿Cómo es eso del baloncesto?, nunca te he visto jugarlo antes-le pregunto el chico curioso, su madre dio un largo suspiro y dijo-Con magia Nick solo con magia, hago que todos mis movimientos resulten gracias a pelotas hechizadas o simples hechizos para encestar la pelota en el aro o cualquier otra cosa que tiene que ver con la materia, pero yo jamás seré tan talentosa como esas chicas...ellas sí que les gusta el baloncesto-le relato su madre.

-Pero tú sí debes aprender a jugar, ya estas inscrito en la escuela y serás mi ayudante en el equipo ya que las inscripciones de todos los clubs y equipos están cerrados, además tú historia de vivir en buenos aires por estudiar en un instituto deportivo debe ser creíble, ¿Vendrás conmigo mañana a la práctica?-le pregunto su madre-Sí, mamá iré contigo-le dijo el chico.