Capitulo 2

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Ha pasado un tiempo desde la noticia de Rubius y no me he dado cuenta de que tan rápido pasó, esta a un fin de semana de irse a Madrid y la verdad no tengo ni la mínima idea de que haré sin él.

-Es que no exageró cuando digo que todos están vueltos locos en casa- le digo a Michel mientras caminamos hacia el baño.
-Es normal Gisel, todo debe de salir bien para que tu hermano se pueda ir tranquilo-dice abriendo la puerta- ademas ¿por qué te preocupa tanto el que se vaya?
-Es que de verdad me da miedo que se llegue a olvidar de mi ¿sabes?, allá conocerá más amigos y puede que ya ni se moleste en hablar conmigo...
-¿Es en serio Gisel?- dice Michel interrumpiéndome- eres su hermana, obviamente se va a preocupar por ti y te lo seguro que cada vez que pueda hablara contigo, debes de dejar de tener esos pensamientos y debes comenzar a sentirte feliz, aprovecha este último fin a su lado en vez de estar con una actitud tan pesimista.

El comentario de Michel de verdad me dejo pensando y creo que tiene razón, en vez de estarme quejando por la situación debería de estar pasando tiempo con mi hermano.

Salí del colegio y me fui directo a mi casa.

-RUBIUUS!- comencé a gritar desde la entrada- RUBÉN ¿DÓNDE ESTÁS?- digo mientras subo las escaleras.
Mientras iba llegando al final de estas vi que mi hermano abrió la puerta de su habitación.

-¿Qué pasa Gisel?

-Quiero que pasemos el día de hoy juntos, ya sabes es viernes y no tengo necesidad de hacer las tareas el día de hoy- digo mientras le doy un abrazo- Así podremos pasar tiempo juntos antes de que te vayas el lunes y bueno, ya sabes, el fin de semana podrás pasarlo con tus amigos- digo mientras me separó de él.

-Claro, solo deja que me cambie.

Rubén se fue a su habitación y ha decir verdad lo notaba demasiado extraño, sin embargo no preste atención a eso, seguramente se debía al hecho de alejarse de todo lo que tiene aquí. Al igual que él entré a mi pieza y comencé pensar un poco en todo esto; y fue ahí cuando me di cuenta de la situación en la que me encontraba, y la razón del por qué Rubius se veía tan indiferente conmigo... Y es que hasta cierto punto no le he apoyado de la forma que él hubiese querido en esta situación, ni siquiera sé dónde vivirá o con quien se quedará... creo que a fin de cuentas no he sido tan buena hermana para él. Pero al contrario, quiero que el sepa que ha pesar de todo siempre lo apoyaré.

Mientras me cambiaba pensaba ¿cómo podré demostrarle a mi hermano mi apoyo? Y fue ahí cuando recordé que aún había muchas cosas que le faltaban para su viaje así que decidí dividir el día en tres.
1º iremos a comer, posteriormente a comprar las cosas que le falten y sean necesarias y por último ir al lugar donde solíamos jugar de pequeños.

Mi hermana me pidió que saliéramos el día de hoy, aunque bueno; no tengo ni idea de lo que tenga planeado. Ha decir verdad por más que quiera ir a Madrid no me he sentido muy bien con ese tema, es decir, estoy emocionado, sí, pero no se como haré para estar sin Gisel, mis padres y mis amigos me han dicho que no debo de sentirme mal por eso, ya que no la estoy dejando, seguiré en contacto con ella y a su vez iré a visitarla un par de veces hasta que ella se venga a Madrid, pero creo que esto me preocupa tanto por el simple hecho de que ella ha actuado como si no le importara esto, aveces siento como si estuviera molesta, o como si simplemente no le interesara hablar del tema; esto es raro ya que normalmente siempre me apoya en todo, pero esta vez a actuado completamente diferente.
Espero poder hablar con ella el día de hoy.

Estaba acostado en mi cama, y comencé a ver mi habitación... estaba vacía, no tenía nada más que la cama y unas cuantas maletas, el armario y cajones ya estaban vacíos y es ahí cuando me pongo a pensar: ¿en serio esto es lo que quiero?¿de verdad quiero alejarme de lo que tengo aquí?, no miento cuando digo que esto de verdad me ha parecido complicado, irme, dejar a mis amigos, padres y sobre todo a mi hermana. Pero... creo que es mejor así; es por mi bien y sé que mi familia estaría orgullosa de esto.

Señorita de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora