○CAPITULO 27○

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Sentía como mi piel se erizaba, pero no quería abrir mis ojos para ver qué lo provocaba, estaba cómodo, tranquilo, hace mucho aue no me sentía así, sin preocupaciones, sin tener en mi mente que haré la próxima hora,  pero todo eso tiene que acabar, tengo que abrir mis ojos y continuar con mi rutina.

Abrí de a poco mis ojos, al sentir la luz del sol que entraba por la ventana, provocó que lo volviera a cerrar mientras llevaba mi mano sobre ellos para refregarlos y poder así acostumbrar mis ojos a la luz del día.

Ella estaba viéndome, en su rostro estaba esa sonrisa que la carecterizaba, al verla sonreí acordándome como habíamos estado toda la noche entre besos sin pensar en los demás solo ella y yo. Su mano fue a mi mejilla, con su pulgar me daba suaves caricias erizándome la piel, mientras su mirada chocaba con la mía, para luego bajar a mis labios.

- Me erizas la piel Jennie - susurré, ella se acercó más a mi poniendo su frente sobre la mia.

- Lo sé mientras dormías, te acaricié y se erizaba - sonrió - Buenos dias Min JungKook - río a lo bajo, en cambio yo hice una mueca al escuchar mi supuesto apellido.

- Buenos dias Jennie Kim - observé cada fracción de ella, pasé mi mano por su cabello que tenía ligeros rulos - Amo verte con el cabello suelto - ella se separó de mí, tomando su cabello, apunto de colocarle una coleta - No lo hagas.

- Ésta todo revoltoso, no quiero que me veas así.

- Pero amo verte así, te vez hermosa Jen, me gusta tu cabello así - tomé su mano logrando que suelte su cabello.

- Gracias - volvió a recostar su cabeza sobre la almohada - Deberiamos almorzar.

- ¿Almorzar? ¿Qué hora es?

- Pasando el mediodía - al escuchar eso me levanté de la cama y busqué mi celular en mi bolsillo - ¿Sucede algo? - alcé mi mirada ella estaba arrodillada en la cama mirándome preocupada, se ve jodidamente sexy en esa posición pero baje la mirada para ver la hora.

- Debo irme al hotel, en un rato tengo un vuelo de volver a New York.

- ¿No te quedarás?

Envíe un mensaje a Taehyung, guardé mi celular y me acerqué a Jennie - Debo volver, además no será bueno que me quede, de seguro tu novio vendrá y por lo que he notado a ese chico no le caigo para nada bien.

- No vendrá.

- ¿Cómo lo sabes? - ella se levantó de la cama, comencé a seguirla.

- Terminé con él - sus palabras parecían frías, como si no le importará haber terminado con su novio con el que estuvo meses de relación.

- Puedes detenerte estamos hablando.

- Vamos a la cocina quiero tomar algo - siguió caminando mientras yo seguía sus pasos. Al entrar en la cocina ella tomó un vaso de su mueble y abrió el refrigerador, vi como se sirvió agua - Anoche cuando terminé mi presentación discutí con el - tomó un sorbo de agua mientras se acercaba a mí - Yo no quería ir a la fiesta quería ir contigo - apartó su mirada de la mía - pero el tenía otros planes quería pasar la noche conmigo y luego hacer el amor.

Me tensé al escuchar esas últimas palabras.

- Continúa.

- Le dije que no, fui sincera con él, le admití que ya no sentía lo mismo por él, que debiamos terminar, se puso un poco violento.....

- ¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? - Jennie negó.

- No me hizo nada, cuando él se fue Rosie había entrado diciéndome que te vio y que estabas con tus asistentes, así fue como me contacté con ellos y me escabullí a tu auto a esperarte.

- No se que decirte.

- No tienes que decir nada - sentí sus labios rozar menos de un segundo los míos, pero fueron los suficientes para desear mas besos de ella.

- Ven conmigo a New York - sus ojos se abrieron, su expresión era de total sorpresa.

- Tengo presentaciones, además debo seguir grabando mi álbum.

- Solo nueves días, si aún quieres estar conmigo cuando termine esos nueves días, vendré a los Ángeles contigo.

- Oferta muy tentadora JungKook - su mano fue a mi mejilla, me atrajo hacia ella capturando mis labios con los suyos.

Una sesión de besos dulces y lentos estaba pasando en este momento, no debe ser normal perderme tanto en un beso, es como si ahora solo dependiera de los ricos besos de Jennie. Se alejó de a poco mientras sobre mis labios varios besos cortos.

- Esta bien, iré, después de todo no tengo nada que perder.

*Puede que tu no pierdas nada, pero yo perderé todo y ese todo eres tú *

- ¿Oye?

- Perdón - susurré - Qué decías cariño?

- Ayúdame a hacer la maleta y vamonos.

- Si quieres llevar a Rose no hay problema.

- Rose, le diré si quiere ir, pero ahora hagamos la maleta, mientras reservo una habitación en New York también.

- Para nada puedes quedarte en mi departamento es bastante grande.

- Quieres pasar tiempo conmigo - asentí, ella tomo mi mano, haciendo que la acompañer a su cuarto - Bien entonces apresurémonos no nos queda mucho tiempo quiero ir en un vuelo contigo.

- No te preocupes por eso, iremos en el Jet de mi Tío.

Aquí comenzó todo, todo mi dolor

Treinta Días Para Enamorarla | JENKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora